Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]

Caminos de vida y aprendizajes posibles en privación de libertad. – 335 de obligatorias, para una vez libres, olvidar, dando por perdido el objetivo de reinserción que tiene la institución. 6. Reflexiones finales He realizado, entonces, una reflexión en torno a los jóvenes populares que se encuentran privados de libertad en el cip y cómo en este contexto —de castigo y abuso— construyen su experiencia, la cual constituye una dificultad para desa- rrollar, dentro del Centro, aprendizajes que les sean significativos y les permitan seguir un camino de vida diferente al delictual. En ese sentido, la experiencia de los jóvenes en el cip se encuentra influen- ciada por un imaginario clasista y adultocéntrico que los concibe como inferio- res —menores—, en términos de edad y de clase social, el cual se expresa en la opinión pública, en los medios de comunicación y en el sentido común, así como en los discursos y prácticas que se desarrollan en el cip, mediando las relaciones sociales entre funcionarios e internos. Los jóvenes, mediante sus mecanismos de aguantar, obedecer y olvidar, ge- neran una experiencia que no es educativa, en el sentido de que no permite de- sarrollar las condiciones para promover el aprendizaje social que se busca. Por lo tanto, la experiencia de los jóvenes del cip los constituye como sujetos en contra de todo: de la institución, la sociedad y el aprendizaje. Asimismo, asumen su situación como merecida y fortuita —”lo que les tocó”—, lo que les permite elaborar un discurso coherente respecto a su experiencia y a ellos mismos. A su vez, lo anterior genera una especie de círculo sin salida, en el que las dinámicas que genera la institución, de carácter punitivo, adultocéntrico y car- celario, impiden que se desarrollen aprendizajes en pos de una reinserción social de los jóvenes. En este sentido, aun cuando en el papel la función del Centro más importante es la educadora, en las experiencias de los jóvenes se muestra todo lo contrario; es un síntoma claro del fracaso educativo de estos centros, la confor- mación de “sujetos en el sentido inverso a que presupone la ley, es decir, que los desadapta para la vida en libertad” (García-Borés, 2003). De esta manera, aun cuando los jóvenes del cip reconocen aspectos positi- vos de la intervención socioeducativa que se realiza en el Centro, para ellos esta no constituye un elemento que logre teñir su experiencia de otros significados, siendo únicamente eventos puntuales que les permiten distraerse por un lapso limitado de tiempo, haciendo más llevadera la estancia en ese lugar.

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