Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]

334 – juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan. volumen 2 Como se señalaba anteriormente, en el Centro, la capacidad de agencia de los jóvenes se encuentra mermada por los discursos, prácticas e imaginarios adul- tocéntricos que son hegemónicos en el cip, promoviendo la culpabilidad indi- vidual del joven por los hechos delictuales cometidos, aportando a justificar por parte de los jóvenes el castigo que reciben. Esto se contradice con el espíritu del enfoque socioeducativo, el cual promueve la reflexión y responsabilización den- tro de un contexto social, histórico y político, que permita perdonarse y buscar nuevas maneras de relacionarse con la sociedad. Este choque constante entre régimen y enfoque educativo implica que la ac- ción educativa no se pueda desenvolver de la manera que se hace en un contexto de libertad. Por ejemplo, el trabajo interventivo se encuentra siempre pensado de manera individual, siendo que la base del enfoque es la grupalidad. Esto ha lleva- do que el equipo encargado de la reinserción socioeducativa en el cip presione por espacios para trabajar de manera grupal, consiguiéndolo aun cuando sea de manera esporádica y eventual. Esto lo observan también los jóvenes, quienes consideran a la acción socio- educativa como las actividades divertidas que ocurren de vez en cuando en el Centro y que les permiten salir de la rutina diaria. Y aun cuando tanto los jóve- nes como los funcionarios del Centro señalan que les cambia la disposición, que aporta a la convivencia y que les quita por un momento la sensación de encierro, las actividades no son vistas por los jóvenes como un proceso de aprendizaje útil para sus necesidades. Los jóvenes no conciben esta experiencia, aunque significativa en términos de su paso por el Centro, como una experiencia de aprendizaje, ya que para ellos el aprendizaje se encuentra ligado a los espacios formales de educación, donde existe un sujeto que sabe y que les enseña materias que no les gustan y que no tienen que ver con su realidad, pero que les va a permitir —de manera lenta y poco efectiva— conseguir sustento económico. De esta manera, tal como seña- laba Dubet sobre la experiencia de los malos estudiantes, la experiencia educativa de los jóvenes en el Centro es una donde el aprendizaje nunca será sobre sus inte- reses y gustos, rompiendo la idea de involucramiento que deben tener los sujetos en una experiencia educativa. Por último, la manera en que se entiende el aprendizaje, en el contexto del cip, se encuentra ligada a una obligación y un castigo. Es por eso que los jóvenes construyen su experiencia, inclusive las actividades que les parecen divertidas y en las cuales al menos se les preguntó su opinión, en contra del aprender. La premisa nuevamente es aguantar —en estas actividades bajo mejores condicio- nes— y obedecer, porque también las actividades de este estilo tienen carácter

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