Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]

Caminos de vida y aprendizajes posibles en privación de libertad. – 329 4. Experiencia de los jóvenes en el cip y contra el cip : aguantar, obedecer y olvidar 6 Para comprender la experiencia de los jóvenes en el cip, es necesario dar cuenta brevemente del carácter total, punitivo y adultocéntrico de esta institución. En primer lugar, el cip está pensado, incluso desde su arquitectura, para el encierro de personas, lo que implica un interés excesivo en la seguridad e impedimento de la fuga, por medio del control y vigilancia extrema de los jóvenes internos. Esto se relaciona con la noción de institución total que señala Goffman (2001), que refiere a “un lugar de residencia y trabajo, donde un gran número de individuos en igual situación, aislados de la sociedad por un periodo apreciable de tiempo, comparten en su encierro una rutina diaria administrada formalmente” (p. 13). Por otro lado, el cip es una institución de justicia juvenil, es decir que se crea para los jóvenes, pero donde éstos se encuentran cumpliendo una orden judicial y contra su voluntad. En este sentido, podemos considerar al cip como una ins- titución adultocéntrica, ya que se encuentra pensada, controlada y avalada insti- tucionalmente por adultos, hacia los jóvenes, pero sin los jóvenes. Esto implica que la experiencia de los jóvenes en el cip se encuentra media- da por esta forma doble de estigmatización y minoridad: ser menor de edad y estar preso —ser delincuente—. Esto lo observan los jóvenes en las relaciones que establecen con los funcionarios del Centro, y el trato que reciben por parte de estos adultos que están a su cargo, donde la relación entre los funcionarios (adultos) y los internos (jóvenes) se da mediante una disparidad de poder que se ejerce de manera vertical desde el primero al segundo. Estos vínculos se basan institucionalmente en la desconfianza sobre los jó- venes. Valverde (2010) señala al respecto que “el funcionario en general se sitúa en la creencia de que el interno está intentando permanentemente “engañar” de alguna manera al funcionario y, por otro lado, el interno tiene la visión del fun- cionario como represor constante de todas sus actividades” (p. 95). Así mismo, para los funcionarios, cuando los jóvenes tienen buena conducta, son simpáticos o hacen caso, es únicamente porque quieren algo a cambio, utilizando el térmi- no “gananciales” para referirse a ello como una característica de los jóvenes del Centro. Los jóvenes, por su lado, pese a reconocer sentir afecto por algunos de los 6 En este apartado y los siguientes se utilizarán muchas citas textuales de los jóvenes del CIP, ya que nos parece coherente con nuestra definición de experiencia. Dado que vamos a hablar de la experiencia de los jóvenes, las cuales se construye en sus discursos, nos parece pertinente dejar textual su forma de decir —y por tanto construir— su experiencia.

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