Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]
328 – juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan. volumen 2 3.2 Importancia del lenguaje para la experiencia Los autores que menciono otorgan gran importancia a la dimensión del lenguaje como lugar de expresión de la experiencia, pero también como parte fundamen- tal de la misma. En ese sentido, señalan que la experiencia no existe si no es en el discurso 5 . El lenguaje, entendido como discurso, es un conjunto de formas concep- tuales, culturalmente establecidas, de percibir, aprehender y hacer inteligible el mundo. Los conceptos, en tanto, no solo se refieren a la realidad, sino que con- tribuyen a la elaboración de la imagen que tenemos de ella e influyen en el modo en que experimentamos la realidad, y en el que dicha realidad incide en la cons- trucción de subjetividades (Garazi, 2016: 5). Para Scott (1992), el lenguaje no es solamente unmedio de representación de la realidad, sino que además opera como un sistema de significación, intervinien- do activamente en la producción de los significados que se atribuyen al mundo real y a partir de los cuales se organiza y da sentido a la práctica. En términos de Scott (1992), el lenguaje es un sistema “mediante el cual se construye el signifi- cado y se organizan las prácticas culturales y mediante el cual, por consiguiente, las personas se representan, y comprenden su mundo, incluyendo quiénes son y cómo se relacionan con los demás” (Scott, 1992). Complementando la visión de Scott, Butler (1997) plantea que el lenguaje cumple un papel central en la construcción de las subjetividades y de la identi- dad. En ese sentido, su noción de sujeto se aleja de toda concepción de sujeto libre, consciente y dueño de la significación y de los efectos de sus actos y, por lo tanto, la “agencia” estará a la vez limitada y posibilitada por el lenguaje (Butler, 1997). La idea de que el lenguaje es importante porque construye la experiencia resulta interesante de plantear para nuestra investigación, ya que —como seña- lamos anteriormente— los jóvenes del cip poseen un lenguaje muy limitado, dados los conflictos que presentan con las instituciones educacionales. A su vez, el cip, como institución punitiva, coopta y reduce de manera sistemática el habla de los jóvenes, existiendo solo algunos discursos permitidos por la institución. Esto implica que las experiencias de los jóvenes en el Centro se encuentren li- mitadas y cooptadas también, abriendo una dificultad, por parte de los jóvenes, para interpretar su mundo y sus vivencias, limitándose, por consecuencia, la ex- periencia educativa en el cip y su aprendizaje significativo. 5 El discurso según Joan Scott (1992) son formas totales de pensamiento, de comprensión de cómo opera el mundo y de cuál es el lugar que uno tiene en él. Son formas de organizar los mo- dos de vida, las instituciones y las sociedades.
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