Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]

Caminos de vida y aprendizajes posibles en privación de libertad. – 327 La manera en que los actores, individuales o colectivos, combinan las diversas lógicas de acción que estructuran el mundo escolar. Por una parte, es un trabajo de los individuos que construyen una identidad, una coherencia y un sentido, en un conjunto social que no los posee a priori. En esta perspectiva, la socialización y la formación del sujeto son definidas como el proceso mediante el cual los ac- tores construyen su experiencia. Pero, por otra parte, las lógicas de acción que se combinan en la experiencia, no pertenecen a los individuos; corresponden a los elementos del sistema escolar y se han impuesto a los actores como pruebas que ellos no eligen. (Dubet y Matucelli, 1998: 79) Respecto a la construcción de la experiencia escolar, Dubet y Martucelli (1998) señalan que los estudiantes denominados “malos”, que a la vez son los menos favorecidos socialmente, construyen su experiencia “contra la escuela”, ya que deciden no identificarse con los juicios escolares invalidantes, como la idea de la escuela democrática de masas que todos pueden aprobar los estudios si así lo desean y, por tanto, cada cual es responsable de su fracaso. Cuestión que los afecta directamente por encontrarse en una situación social desfavorecida, donde no tienen ni un capital cultural, ni un futuro prometedor, ni una pasión intelectual para motivarse con lo que están aprendiendo, a lo que muchas veces no le encuentran sentido. Interesa esta reflexión en torno a la experiencia escolar, ya que es posible ex- trapolarla a otras experiencias educativas, como es lo que ocurre en la experiencia educativa dentro del cip. Tanto la escuela como el cip tienen este afán sociali- zador, así como también constituyen una institución total, por lo que existen varias similitudes en las formas de abordar ambas experiencias. De esta manera, la experiencia educativa en el cip podría definirse de la misma forma como la manera en que los actores, individuales o colectivos, combinan las diversas ló- gicas de acción que estructuran el mundo educativo en el que se desenvuelven —en nuestro caso el cip—. Por una parte, es un trabajo de los individuos que construyen una identidad, una coherencia y un sentido, en un conjunto social que no los posee a priori . En esta perspectiva, la socialización y la formación del sujeto son definidas como el proceso mediante el cual los actores construyen su experiencia. Pero, por otra parte, las lógicas de acción que se combinan en la experiencia no pertenecen a los individuos; corresponden a los elementos del sistema penitenciario y se han impuesto a los actores como pruebas que ellos no eligen (Dubet y Matucelli, 1998: 79).

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