Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]

276 – juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan. volumen 2 vas de su comportamiento, que en ocasiones los y las estudiantes las apropian. En estas situaciones, varios estudiantes dicen: “Pa’ qué lo voy a hacer si yo soy flojo”, “póngame un rojo no ma’, si a mí no me da para más” 8 . García Gracia (2005) da cuenta del aspecto emocional en las relaciones pe- dagógicas y cómo se expresa en las situaciones de absentismo: La trayectoria de desafección, absentismo y abandono escolar tiene también im- portantes repercusiones en la auto-estima y en la construcción de la identidad social de los jóvenes, pues el fracaso escolar tiende a ser percibido como una característica intrínseca del sujeto (psicologización y patologización de las situa- ciones de absentismo, desafección y abandono escolar). (García Gracia, 2005: 349). Las percepciones y representaciones de profesores y estudiantes, de forma mutua, están presentes en el modo que se generan los procesos de enseñanza y aprendizaje. Si bien estas representaciones son dialécticas y bidireccionales en la relación, quisiera centrarme en las implicancias que tienen aquellas que constru- yen los y las profesoras de sus estudiantes, ya que se reconoce que se ejerce en un contexto de poder. Centrar la mirada ahí nos permite situar la construcción de alternativas desde este campo de acción. Tal como se ha dicho, lo emocional es un ámbito central en la relación pedagógica, por tanto, dichas alternativas deben apelar a la afección de los y las estudiantes, o, como lo llama Gauthier (1999), seducir a tra- vés del acto educativo. El autor plantea la seducción como una estrategia docen- te, que posibilita afectar emocionalmente a un/a otra/a por medio del ejercicio pedagógico (Gauthier, 1999). No se ha desarrollado un diálogo claro en el campo pedagógico que aborde las situaciones de absentismo desde una mirada integradora (Álvarez, 2013), con- siderando los diferentes ritmos de aprendizaje de los y las estudiantes, para evitar la exclusión y promover aprendizajes colectivos. Si bien transformar el ejercicio pedagógico en la sala de clases no sería un garante exclusivo, considero que es una gran posibilidad dentro de los marcos de acción docente. Actualmente, como docentes, no hemos sido capaces de construir colecti- vamente respuestas didácticas a estas situaciones de absentismo y/o escolariza- ción irregular. La problemática nos obliga a cuestionarnos los supuestos teóricos y prácticas propias del quehacer profesional, que en ocasiones parecieran estar 8 Cita de registro narrativo propio.

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