Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]

250 – juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan. volumen 2 chato, solo quiero salir”, y yo lo paso bien en el colegio, pero a la vez solo quiero que se acabe, pero a la vez no quiero salir del colegio. (Mujer, Santiago) En este sentido, los afectos nombrados como pena o la sensación de algo “horrible” producto de esta inminente acción son características presentes y con- tradictorias de este cierre académico. Por otro lado, resulta relevante considerar la cita al hilo de las tramas anteriormente expuestas, pues caracteriza de manera clara los modos de sociabilidad, o adquisición de “habitus/capitales” (Molina, 2015), que desarrollan en especial las instituciones privadas en Chile: de carácter cerrado al implicar dinero como modo de acceso y sustento en el tiempo, y ho- mogéneo/homogeneizante, pues se gestiona a los y las jóvenes sobre determina- das distinciones en los hábitos, generalmente culturales y de ocio, con los efectos de mantener sobre sí mismo y cercado el grupo, o lo que es lo mismo, sin muchas chances de desplegar relaciones por fuera de la institución, con otros sectores de los mundos juveniles. Es aquí donde, por ejemplo, la idea de viajar se visualiza como una acción concreta, pues deviene una vacuola —potente, dada su legitimidad en el mundo adulto—, un escape de esa burbuja con que se etiqueta y metaforiza el ambiente escolar: Yo soy de la idea de viajar de también, pero de viajar joven, de viajar, de viajar antes de ponerme a trabajar. (Varón, Santiago) Ante esta acción, considero importante denotar que, sin la legitimidad del mundo adulto, es poco probable que los y las jóvenes de este estrato visualicen como acción el viaje fuera del lugar de habitación. En este sentido, el viaje devie- ne un acontecimiento a considerar, pues no solo es momento de descanso u ocio tras más de doce años de escolaridad, es también la instancia por la pregunta, por el ser ; es decir, el momento introspectivo para descubrir qué hacer (qué estudiar para luego en qué trabajar). Por último, la cuarta trama de acciones que identifico la denomino d) “au- tonomía como acción”. En este segmento de jóvenes emerge con despliegue el concepto de autonomía, que si bien no me enfocaré en discutirlo en su rigurosi- dad 4 , sí lo emplearé en sentido nominal para referirme a los esfuerzos de los y las 4 La noción de autonomía es de larga data desde el mundo occidental, no pretendo discutirla a cabalidad, pues es un concepto en disputa, abierto a las contingencias políticas (y, por ende, modernas): se activa en relación y frente a un/unos otro/s actante/s que se entienden como coercitivo/s. De manera concisa, la podemos definir como realizar la propia voluntad sin inter-

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=