Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]
246 – juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan. volumen 2 de término de enseñanza secundaria. Así, el habla de los y las jóvenes se posiciona en la estructura social a partir no solo de su proceso educativo en colegios par- ticulares o su crianza en familias con privilegios económico-políticos, sino que también a partir de la combinación de pares de oposición y la constitución de cuatro elementos o actantes 3 , que pondrán a la luz aquella distribución y faena implícita que emerge en el juego comunicativo: i. La búsqueda enunciativa de sus objetos (meta u objetivos sociales a al- canzar), como primer actante desprendido luego de la identificación del sujeto hablante. En ese sentido, subrayo el lugar que tiene el contexto; la conversación es sobre un umbral de paso, es decir, un plano de dinamis- mo y proyección del sujeto joven. ii. Para lo anterior, existe una determinada acción o acciones que se ponen en juego, aquella práctica es y se enmarca en ese contexto que busca el preciado fin o meta social (el sujeto está sujetado tanto a su acción como a su habla). iii. En esta tríada sujeto-acción-objeto, se intenta revelar o evidenciar a sus ayudantes/oponentes que orientan su momento; es decir, aquellos pasa- jes que en su relato hablan de lo que dificulta o facilita su posibilidades reales o virtuales de acciones en el espacio social inmediato (en específi- co para esta reflexión, lo que acontece en su cotidianidad como sujetos escolarizados). iv. De este sujeto-actante también ubiqué y reconocí enunciados que fun- cionan como máximas morales/valóricas o referencias macrosociales (desprendidas de la estructura social), que sirven de marcos de referen- cia en el tiempo y devenir, dotando de consistencia e historia esta habla juvenil; de este modo, las conductas observables se pueden anunciar porque se conocen los principios culturales o las estructuras simbólicas que las generan (Martinic, 2006). El siguiente esquema (Figura 1, elaboración propia) visualiza aquella consti- tución de actantes que propone el análisis estructural del discurso. Aquel rami- llete compuesto por máximas, elementos de ayuda/dificultad, acciones y objeti- 3 En la construcción de este modelo, “la noción de actor es reemplazada por la de actante, ya que un actor puede jugar distintos roles actanciales y, a la inversa, un mismo status actancial puede ser ocupado por uno o varios actores. Los roles actanciales pueden ser jugados tanto por hom- bres como por objetos o por entidades éticas o morales (por ejemplo la razón, la regla moral, normas, etc.)” (Rugoy, 1990: 103, en Martinic, 1995: 330).
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