Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]

228 – juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan. volumen 2 cación impartida (técnico profesional y científico humanista), y 4) diversidad te- rritorial (Región Metropolitana y regiones). En estos grupos participaron entre seis y diez estudiantes aproximadamente, hombres y mujeres, en edades entre los 17 y 18 años, principalmente. Se utilizó una técnica conversacional mixta (grupo focal y grupo de discu- sión). La pregunta que guio la conversación fue ¿cómo están viviendo salir de cuarto medio? Esta apelaba a las valoraciones de los jóvenes de este momento vi- tal —deber ser e ideales— y también a las vivencias y sentimientos de la vivencia presente de los jóvenes (Duarte, Canales y Cottet, 2016). Se realizó análisis de contenido con una categorización mixta que se realizó en el devenir de la investigación de manera inductiva y deductiva, asociado a los datos producidos, su organización y la contrastación con la teoría, princi- palmente la que se organizaba en torno a la definición de dispositivo educativo (Andreu, 2000; Navarro y Díaz, 1999). 1. A nivel de macro dispositivo o contexto político económico chileno Los discursos de los jóvenes de los distintos grupos plantean la educación como bien de consumo y no como un derecho social. La educación tiene su valor en el movimiento de consumir y/o acción de consumo que promueve en los sujetos, el éxito o fracaso que en esto tengan y, por tanto, la ubicación social que logren. Así, la educación chilena se define desde estos actores, principalmente desde aspectos económicos e ideológicos neoliberales, pero no queda clara la existencia de un rol social y cultural de la escuela y la universidad, que forme nuevos sujetos críticos y autónomos capaces de instalar una discusión y visión conjunta en tor- no a la sociedad que habitan y las relaciones en las que circulan, y cómo pueden o no llegar a integrarse a lo social. Algunos pocos estudiantes señalan la importancia de cambiar estas tenden- cias a manos de generaciones futuras. Se reconoce la carencia o falta en lo mate- rial, pero no necesariamente una carencia que se canalice en referentes políticos y opciones reales que aúnen a la sociedad. Lo que sí se hace evidente es una crisis de actuales valores y necesidades que, al expresarse con tendencias más individuali- zadas de esfuerzo, deriva en malestar de estudiantes y padres. En Chile, el esfuerzo individual está demasiado sobrevalorado (…) y es algo que yo por lo menos creo que está tan sobrevalorado que no logra entender que si

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