Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]

Masculinidad y emociones. – 165 la búsqueda, mantención y ejercicio del poder (Connell, 1997; Bourdieu, 1998 y Madrigal, 2006), sobre las mujeres, pero también (y en este caso) sobre los otros hombres. Estái hablando con hombres todo el día po’, tan las formas de mmm imponerse de los hombres (…) ser más fuerte, más rápido, más inteligente. (Iván) Lo que retrata Iván es una constante en el liceo; cuando los jóvenes están juntos generan esta dinámica de imponerse ante el otro, mostrarse y demostrarse como un hombre de verdad, esforzarse continuamente por alcanzar y proyectar ellos mismos y ante los otros el estándar de hombre hegemónico. Esta necesidad de mostrarse y demostrarse exacerbando ciertas formas de relacionarse se com- prende debido a que, en este periodo de la vida, la problemática central de los jóvenes será ganar un lugar en el campo masculino (Fuller, 2001). Así, el trato brusco, fuerte y con matices violentos son características propias del trato de hombres , que, a su vez, es la puesta en práctica de la masculinidad hegemónica en las relaciones de homosocializacion. Sin embargo, si bien las relaciones entre los estudiantes están atravesadas por matices violentos, esto no implica que no se generen afinidades o que se produz- can constantemente peleas y desencuentros. No es el caso de un escenario de alta desintegración social, más bien lo que opera es totalmente lo contrario, el trato de hombre es legitimado en general por los estudiantes, por lo que otorga sen- tido a las relaciones entre varones, ordenando y normalizándolas. En términos sistémicos, el trato de hombre opera como un modelo que reduce la complejidad de la comunicación en los vínculos intragenéricos. (reflexionando sobre el trato bruto en el liceo) se pegan por cualquier hueá 4 , o se ponen a jugar juegos bruscos, golpearse, les nace la inmadurez, o brutos en la forma de tratarse, a garabatos, pero todo en un marco de respeto cachái , como que no es algo peyorativo (…) se comparte, se entiende, tirarse la talla. (Beltrán) Al respecto, Ramos y De Keijzer (2016) señalan que en las relaciones entre varones se presentan comportamientos característicos que buscan proyectar y demostrar la imagen de hombre ante los otros: “La interacción que se establece entre ellos refleja violencia simbólica porque en su juego existe agresión verbal, psicológica y física, que no la denuncian porque forman parte del juego mascu- 4 En el lenguaje popular chileno, “hueá” significa cosa.

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