Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]

Paternidades en tensión – 151 3.1 Padres ausentes Al abordar la paternidad desde una mirada antropológica en el ámbito latinoa- mericano, se ha enfatizado el desarrollo de la masculinidad desde el machismo, y es en este sentido que lo masculino se definiría por el guerrero, el seductor, pero no el padre; la paternidad se representa por el desinterés del padre hacia l@s hij@s, y es entendida desde la procreación prueba de virilidad y hombría, lo que proporciona un modelo de identificación en donde la madre está presente y el padre está ausente (Montencino, 2010). No obstante, Salazar (2006) señala que estos padres se construyeron producto del contexto histórico y social de la época. A través de la experiencia de los padres peones, inquilinos y pequeños empresarios del siglo xix y xx, el autor ilustra el drama del padre ausente desde la voz de sus huachos, que impulsan a sus hijos —por ausencia o por opción de dignidad— a la calle y posteriormente a la camaradería masculina de huachos, constituyendo el origen histórico de la conciencia proletaria y no del machismo, como interpreta Montecino. La imagen paterna de los hombres pertenecientes a ese segmento social específico fue la de alguien que perdió la batalla, no pre- cisamente porque no pusiera empeño y esfuerzo en ganarla, más bien, fueron conducidos socialmente a un camino con pocas alternativas, que obedece a la estructura social de la época y no necesariamente a un desinterés de los padres por sus hij@s. Lo anterior es un elemento importante que permite comprender que las pa- ternidades son experimentadas de acuerdo a diversos factores, siendo la clase so- cial uno de ellos, que puede ayudar a explicar la insistencia histórica del esquivo desarrollo de la paternidad en varones pertenecientes a sectores empobrecidos. La organización del sistema social facilita la construcción de patrones culturales genéricos que sobrevalora la maternidad como eje identificatorio en las muje- res, y subestima la paternidad desde acciones socioculturales relacionadas con la crianza en los hombres, que opera de manera conjunta y complementaria en sectores sociales menos aventajados. Sin embargo, nuestra cultura ha enfatizado la dimensión biológica que con- tiene la paternidad, adquiriendo un valor muy importante en la definición de la hombría. Entendida como el acto de concebir más que la paternidad en sí, que requiere mayor compromiso afectivo y participación durante la crianza (Re- bolledo, 1998). En este mismo sentido, Duarte (2006) señala que la sociedad patriarcal ha centrado la sexualidad masculina en su pene, generando un imagi- nario falocéntrico. Miedos al tamaño pequeño, potencial sexual, que es medida desde el patriarcado por el rendimiento de su falo, coitos sucesivos y pública- mente en la cantidad de hijos que se reconoce tener.

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