Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]

Paternidades en tensión – 147 como principal fuente de identificación y prestigio, al limitar las posibilidades de acceso a otros refugios identitarios como educación, trabajo, participación política-vecinal. Lo anterior termina naturalizando la maternidad en las mujeres para estos jóvenes padres. Como que ve todo delicado, la mujer se preocupa siempre del hijo, no le podí ha- cer esto tú, porque lo hací muy fuerte, lo ve como más… va limitando la respon- sabilidad del papá, que también lo puede hacer tanto como la mujer. (Wladimir, 24 años, chofer municipalidad) A las mujeres siempre les gusta estar con los hijos. (Esteban, 25 años, chofer su- permercado) Los jóvenes siguen considerando que reproducción y crianza son tareas pro- pias de las mujeres, contribuyendo a la permanencia de ellas en el espacio domés- tico. Pese a las transformaciones ocurridas durante los últimos años, no logran disociar madre de mujer, como si estuviésemos hablando de lo mismo. Incluso, ellos argumentan que sus parejas trabajan fuera del hogar para otorgarles mejo- res condiciones de vida a los hij@s, sin embargo, no aparece el proyecto personal de las mujeres en la fundamentación de esta conducta. Reactualizándose el sacri- ficio como valor, en la medida que les permite asumir nuevas responsabilidades asociadas a su rol de madres. Son sacrificadas las mujeres, si para darles todo a los hijos se sacan la mugre por tener todo lo que piden, en general. (Wladimir, 24 años, chofer municipalidad) Lo que yo vivo sí, sí es súper sacrificado en este caso, imagínese trabaja y ve a las niñas, en este caso y se preocupa de la casa también po’, es como que las hace todas. (Víctor, 27 años, guardia de seguridad) Desde la cultura hegemónica patriarcal, según sostiene Lagarde (2001), exis- te una división de la sexualidad por un lado con propósitos reproductivos y por otro con fines eróticos. De esta manera, la sociedad opera a través de sus disposi- tivos para que las mujeres vivan su sexualidad procreadora, por sobre la erótica. En este sentido, los varones siguen esperando que la sexualidad de las muje- res se practique exclusivamente con fines reproductivos, y no eróticos, por esta razón, la virginidad es considerada por ellos como valor sagrado. Con ello, des- aprueban las conductas sexuales de las mujeres jóvenes de su población, las que

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