Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]

130 – juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan. volumen 2 y binarias y, en ciertos casos, se impulsaran cambios en las prácticas educativas. En el mismo sentido, Lucía (2017) y Fabiola (19 años) (2017) —estudiantes que experimentaron situaciones de violencia transfóbica por parte de sus comu- nidades educativas— y entrevistades 1 y 2 de cuerpos docentes reafirmaron la idea de que para que se genere una buena convivencia entre personas cis y trans, es fundamental la educación sobre el sistema de sexo-género, particularmente problematizando la transgeneridad. Por lo tanto, les entrevistades señalaron que no se debería asumir que la comunidad educativa conoce esta temática en pro- fundidad, así como tampoco que la familia educó acerca del tema sin prejuicios. De este modo, es importante que la educación comience antes de la visibiliza- ción de estudiantes trans, para frenar prematuramente prejuicios y situaciones de discriminación hacia aquelles que no se pliegan a los ideales del sistema de sexo-género. Educación según actores de la comunidad educativa Cuando se abordó el tema de la transgeneridad con les estudiantes cis, según les entrevistades pertenecientes al cuerpo docente, no hubo mayores cuestiona- mientos; la reacción más común fue entender y aceptar la nueva identidad social de género. Esto permitió que les estudiantes trans comenzaran no solo a vivir bajo su identidad de género sentida, sino que también comenzaran un proceso de autoconfianza y empoderamiento en la vida social. Para el cuerpo docente fueron fundamentales las instancias de educación para entender la transgeneridad, resolver dudas, derribar prejuicios y adquirir herramientas para educar a la comunidad educativa en este tema. También les permitió aprender sobre cómo abordar el tránsito social de género de une de sus estudiantes de forma inclusiva y respetuosa, siendo clave en ello la formación de la comunidad educativa en su totalidad. No obstante reconocer su importancia, la minoría de los establecimientos educacionales la llevaron a cabo. Además, la mayoría de les estudiantes trans entrevistades coincidieron en que la formación al cuerpo docente en identidad de género y transgeneridad se vinculó—según su experiencia— con el trato que recibieron: a mayor educación, mayor aceptación. Por último, con relación a les apoderades, existió consenso entre les entrevis- tades en que las personas adultas tienen más prejuicios frente a la transgeneridad que les jóvenes y niñes. De este modo, la educación de este grupo se consideró fundamental. Eventualmente les estudiantes se relacionan con todes quienes for- man parte de la comunidad educativa, por lo que se deben prevenir la desinfor- mación, prejuicios y situaciones de discriminación en espacios de convivencia, educando también a les apoderades.

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