Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]
120 – juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan. volumen 2 reaccionar y actuar frente a la transición social de género de estudiantes, debido a su visibilización. Aquellas formas de proceder no han estado exentas de disputas entre les distintes actores que forman parte de las comunidades educativas (cuer- po docente, estudiantes y apoderades). En este sentido, el presente artículo tiene por objetivo describir las respues- tas institucionales de las comunidades educativas cisgénero, principalmente de las autoridades escolares como representantes de la institucionalidad, ante la vi- sibilización de estudiantes trans. Considero relevante, en este contexto político y social, generar elementos para reflexionar sobre las formas de enfrentar este nuevo escenario en el mundo escolar y así contribuir a la producción teórica y empírica que disputa ciertos sentidos comunes heteronormados, cisnormativos y binarios, que hoy tienen res- ponsabilidad en que la vida escolar de estudiantes cis se encuentre en una situa- ción de privilegio en comparación con la de estudiantes trans, en términos socia- les, emocionales y académicos. A modo de ilustración, el 17% de les estudiantes violentades homotransfóbicamente cambian de establecimiento educacional, el 33% obtiene peores calificaciones, el 75% evita las áreas cercanas al centro edu- cativo, el 66% presenta dificultades para atender en clases y el 17% abandona la escuela o el liceo (M. C. Arango con base en Reis, 1999, citado en unesco, 2015: 39), siendo esta una alta cifra de deserción en Chile (Universidad Diego Portales, 2013). 1. Conceptos necesarios para contextualizar y urgentes de conocer El sistema de sexo-género refiere a un sistema hegemónico de relaciones de po- der que alberga, a su vez, tres grandes regímenes de dominación: el binarismo de sexo-género, la cisnormatividad y la heteronormatividad. El sistema de sexo- género asume una supuesta correspondencia entre sexo (construcción social ba- sada en los genitales) y género (construcción social aprendida desde el nacimien- to, vinculada con significados, representaciones sociales y funciones asociadas al sexo, influyendo en el comportamiento y subjetividades) (Butler, 2007), que da lugar al binarismo de sexo-género; a saber, solo dos sexo-género posibles: feme- nino-mujer y masculino-hombre. La concepción binaria de sexo-género limita la multiplicidad de posibilidades de identidades en el mundo, legitimando solo dos de ellas: hombres y mujeres cisgénero. Dentro de las posibilidades de género existe lo trans —el género atribuido
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