Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]
Jóvenes Secundarios – 107 no es solo un asunto de hacerse amigos, ni de hacerse cercanos en la medida que se comparte la vida juntos, como se hace, por ejemplo, con compañeros o compañeras de escuela o liceo, sino que la afectividad y la amistad en este tipo de espacios juveniles de organización emerge también con la necesidad de cons- truir espacios de seguridad y resistencia, donde se hace frente en comunión a las distintas miserias del contexto actual, como el adultocentrismo, el machismo, la homofobia o el racismo. Es que como que esto surge del descontento pos, de lo pasada a llevar que nos sentimos todos y del apoyo que buscamos dentro de nuestros iguales… tus com- pañeros. ( Joven secundaria mujer, Colectivo Educación no Sexista) Lo anterior deja en evidencia lo que Delgado (2011) ha investigado en diver- sos espacios del contexto colombiano, en función de que este foco en lo emo- cional también va ligado a un énfasis en el componente de la injusticia, lo que permite la aparición de la indignación moral, que da paso a la construcción de una fuerte conciencia política, donde lo emocional es primordial. Esto cobra absoluta relevancia si se considera que las emociones, en conjunto con diversos sentimientos, brindan fundamentación para las distintas acciones de los jóvenes, alejándose del sentido común que caracteriza a las prácticas desarrolladas por estos como unas que carecen de inteligencia o sentido. De esta manera, se evi- dencia la reflexividad que existe en estos grupos al tomar decisiones respecto a sus acciones, prácticas y formas de desplegar lo que sienten, piensan y perciben de la realidad social (Delgado, 2011). Es desde este escenario que se pueden desarrollar conceptos que han resulta- do fundamentales para la comprensión de las distintas organizaciones juveniles, como lo son justamente los conceptos de sororidad, solidaridad o fraternidad. Así, según Noguera (2016), la sororidad es un “mecanismo de auto-comprensión e interrelación entre mujeres que actúa como plataforma crítico-subversiva” (p. 51), por lo que vendría a profundizar aquello que llamamos solidaridad y que se entiende como una relación de afecto y apoyo entre los propios seres humanos; distinta también a la fraternidad entendida como aquellas relaciones entre varo- nes que desde el enfoque feminista habría que superar, dado que forma parte de la reproducción patriarcal. Lo anterior toma aún más fuerza si se diversifican también los contextos de organización, por ejemplo, si se toma en cuenta lo investigado por Paulín (2014), quien destaca la profunda importancia que tiene para los jóvenes construir es- pacios de relación amistosa y recreativa, donde también hay lugar para el ocio
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=