Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]

Jóvenes Secundarios – 99 y frentes, y que a su vez tienen sus propias formas de desplegarse, nos invitan a pensar en que efectivamente hay una emergencia de nuevas formas de acción en el campo político, donde el rol y las prácticas de organizaciones juveniles cobran absoluta relevancia respecto a su relación con la vida colectiva y la construcción de un nosotros (Chávez y Fuentes, 2010). Los discursos anteriormente develados representan la idea de que existen asociatividades juveniles que han desplegado procesos de (re)politización, lo que a su vez ha ocurrido también en variados sectores de la sociedad (pnud, 2015; Fuica y Vergara, 2016). Esta politización permite evidenciar que lo que comienza a estar en discusión es el propio proyecto del país, los cambios que se deberían o no realizar, o derechamente la reflexión sobre quiénes deberían participar de estas decisiones. Así, la politización se define como la pugna entre diversos acto- res, resultando ser un proceso heterogéneo en que conviven múltiples tensiones, contradicciones y ambivalencias, a un ritmo no constante, es decir, con acelera- ciones y desaceleraciones (pnud, 2015), lo que es propio de la construcción de lo político y de la polis en su ambivalencia. Además, la politización no necesa- riamente se cristaliza en una sola dimensión de la sociedad, sino que emerge en diversificados mecanismos de lo social, como lo es la conflictividad, la movili- zación social o el involucramiento ciudadano (pnud, 2015: 15). En este sentido, el propio pnud declara que la politización de la sociedad chilena ha puesto en tensión y entredicho distintos tópicos, como son las imágenes del propio país, el alcance de demandas de cambio o los principios de legitimidad de la acción política, entre otros. Bajo este contexto de politización toman relevancia las pa- labras de Chávez y Poblete (2006) para referirse a nuevas y alternativas formas de participar por parte de los jóvenes: Los y las jóvenes tienen sus formas tradicionales y alternativas de participar po- líticamente, y mediante la manera como se relacionan, de sus gustos y estilos, están expresando un fuerte contenido político que vale la pena considerar en tanto que allí también se están construyendo formas de vincularse con otros, identidades y modos diversos de ejercer ciudadanía. (Chávez y Poblete, 2006: 152) Es a partir del concepto de politización que se puede ver la importancia e incidencia que han tenido los movimientos y colectivos juveniles en los últimos años, los cuales han sabido poner en la discusión pública y política diversos te- mas centrales que interesan a distintos grupos de la sociedad, y donde además hay una fuerte participación de diferentes grupos juveniles (Zarzuri, 2016; Baro-

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