Nueva educación pública: contexto, contenidos y perspectivas de la desmunicipalización
CAPÍTULO1 : Evolucióny contextode las políticas educacionales sobre la educaciónpública enChile 43 Lo cierto es que, revisada en una perspectiva histórica y comparada, lo que hace esta reforma es poner al sistema escolar chileno en un nivel de regulaciones y condiciones básicas para que la calidad y equidad puedan desplegarse (OECD2017). Junto con seguir desarrollando políticas que permitan avanzar en esta dirección, el desafío central del sistema educativo chileno está en pro- veer oportunidades de aprendizaje integral para todos los estudiantes a lo largo del territorio, lo cual esmás probable si el país cuenta con una provisión pública que asuma con fuerza dicho reto. Conclusión La “desmunicipalización” de la educación constituye una de las reformas institucionales más ambiciosas y relevantes jamás impulsadas en el sistema escolar chileno. Desde mediados del siglo XIX Chile construyó un sistema educacional cuya columna ver- tebral era la educación pública; este sistema se consolidó institucionalmente a inicios del siglo XX y alcanzó su máxima expansión con el impulso democratizante de la reforma iniciada en 1965. Este “Estado Docente” fue marcadamente centralista en la administración de los estable- cimientos educacionales públicos. La descentralización educacional iniciada en 1980 vino de la mano de la municipalización, pero desafortunadamente se dio en el contexto de una reforma que no creía en el valor de la educación pública y promovió abiertamente la privatización, todo esto en medio de una dictadura. Así, en lugar de significar un fortalecimiento de la educación pública, la descentralización en el marco de un sistema escolar regido por el mercado dio inicio a un largo proceso de declive, cuya máxima expresión es haber reducido la educación pública a sus mínimos históricos, llevando a Chile a tener uno de los sistemas educacionales más priva- tizados del mundo. A pesar del evidente debilitamiento de la educación pública, los sucesivos gobiernos democráticos mantuvieron en lo grueso el marco regulatorio, institucional y de financiamiento heredado del período neoliberal. Aunque implementaron una enorme batería de políticas edu- cacionales, ellas no se dirigieron a fortalecer especialmente la educación pública, e incluso en aspectos importantes tendieron a impulsar la educación privada subvencionada por el Estado. Esta pérdida de convicción del campo político sobre el valor superior de la educación pública para perseguir objetivos de bien común en educación explica en buenamedida la enorme dificultad que laNueva EducaciónPública encontró para hacerse realidad. En efecto, fue el sostenido empuje del movimiento estudiantil iniciado en 2006 y reforzado en 2011 el impulso social que abrió las puertas a este cambio institucional. Sin embargo, el campo político tardó todavía más de una década en producir un acuerdo en torno a una alternativa a la municipalización. Este acuerdo es, no obstante, precario. La reforma mayor de la que es parte ha sido enormemente controver- sial, porque importantes sectores políticos y algunos grupos de interés aún confían en la lógica de mercado y la solución privada para resolver los desafíos educacionales que el país enfrenta. Así, el reemplazo de lamunicipalización por una nueva educación pública enfrenta simul- táneamente dos desafíos. Por una parte, construir un sistema descentralizado basado en el protagonismo de un nivel intermedio entre el Estado nacional y las escuelas, como nunca lo ha habido en Chile. Por la otra, terminar con la fe en el mercado educacional, demostrando que los principios que orientan la educación pública son superiores para garantizar el derecho igualitario a la educación y proveer oportunidades de aprendizaje de calidad acordes a las demandas del
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=