Nueva educación pública: contexto, contenidos y perspectivas de la desmunicipalización
38 NuevaEducaciónPública: Contexto, contenidos y perspectivasde ladesmunicipalización 5. La reforma educacional para garantizar la educación como derecho social y la nueva educación pública (2014-2018) El movimiento estudiantil que estalló en el año 2011 puso en el centro de la discusión nacional a la educación y sus desafíos en Chile (UNICEF 2014). La necesidad de una reforma educacional se transformó en un eje principal de la discusión política de cara a las elecciones presidenciales del año 2013. El debate educacional también estuvo influido porque la educación general había ingresado a una clara fase de estancamiento en sus niveles de aprendizaje según lo informado por pruebas estandarizadas comparables internacionalmente, lo que además estaba acompañado de una consolidación de sus niveles de inequidad y segregación (OECD 2017). Si bien era posible cons- tatar un avance evidente en las condiciones en las que se desarrollaba el proceso educacional en los últimos años, era también claro que dichos avances no se habían traducido en mejores oportunidades de aprendizaje ymenos en una percepción ciudadana favorable con la situación educacional del país (CEP 2015) 19 . Otra de las particularidades que tuvo el debate educacional en este período fue que se complejizó el análisis de distintos actores respecto a los factores que estaban tras los proble- mas centrales del sistema educativo chileno, y por tanto sobre las políticas que mejor podrían resolver dichos nudos. Si bien la investigación nacional había permitido identificar factores de diversa índole que habían influido en los procesos y resultados educacionales del sistema escolar (Cox 2003; Bellei et al. 2008; Weinstein y Muñoz 2009; Martinic y Elacqua 2010; Verdejo 2013), es en este momento cuando más fuerza toma el argumento de que en la configuración de un “mercado educacional” y en la generación de condiciones favorables para la privatización –y por tanto para el debilitamiento de la educación pública– estaban las explicaciones más poderosas para entender los problemas de calidad y equidad de la educación chilena (OECD 2004; Bellei 2015; Verger, Bonal & Zancajo 2016; OECD, 2017). La promesa del mercado escolar no se había cumplido y más bien su introducción trajo consecuencias negativas para el sistema educativo, como la desarticulación y atomización de la provisión educacional, el aumento de la segregación socioeconómica, la segmentacióndelmercado laboral docente y el vaciamiento o “descreme” de la educaciónmunicipal, a favor del subsistema particular confinanciamiento público (Treviño 2018). La candidatura presidencial de Bachelet procesó este debate desarrollando una propuesta que explícitamente se puso como objetivo garantizar el “derecho” a la educación y terminar con (o reducir significativamente) sumercantilización (Navarro y Gysling 2017). El Programa deGobierno y las intervenciones durante el período de campaña situaron como eje central de su discurso un “cambio de paradigma”, que implicaba hacer de la educación un “derecho social” –donde todos los niños y jóvenes tienen la oportunidad de acceder y permanecer en ella gratuitamente y sin discriminaciones– y eliminar del sistema educativo las reglas propias del mercado, lo que implicaba además fortalecer la educación pública (Programa de Gobierno Bachelet 2014). Esta proposición general de política educativa, puesta en perspectiva, representó un giro sustantivo 19 Esta visión crítica del sistema educativo puede también interpretarse en parte como la expresión de una fuerte ampliación de las expectativas de la ciudadanía, que esperamás de un sistema que expandió dramáticamente sus oportunidades de acceso y condiciones de funcionamiento desde la década de los noventa en adelante (Weinstein y Muñoz 2009).
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