Nueva educación pública: contexto, contenidos y perspectivas de la desmunicipalización

CAPÍTULO1 : Evolucióny contextode las políticas educacionales sobre la educaciónpública enChile 27 convirtiéndola en “un proveedormás” en elmercado educacional. Estos cambios representaron un cataclismo para el sector y hacia finales de la década la educación pública disminuyó en términos de su participación en la matrícula en alrededor de una cuarta parte, mientras la educación privada se duplicó en el mismo período. 3. Las políticas educacionalesde los gobiernosdemocráticos y el intento fallidode fortalecimientode la educaciónmunicipal (1990-2006) Los gobiernos democráticos iniciados en 1990 implementaron una crecientemente ambiciosa agenda de políticas educacionales, que en algunos aspectos fue de continuidad de las reformas y del marco institucional creado en los 1980s, mientras que en otros, de cambio e innovación. En lo fundamental, no se privilegiaron nuevas reformas institucionales ni se intentó revertir los cambios estructurales de la década anterior, concentrando los esfuerzos, en cambio, enmejorar los procesos sustantivos de la educación, con un foco en la equidad (García-Huidobro 1999; Cox 2003). Así, la municipalización de la educación pública fue ratificada en democracia. Esencialmente, los gobiernos democráticos intentaronperfeccionar las dinámicas demercado y complementarlas con acciones compensatorias y de mejoramiento sistémico impulsadas por el Estado. En este primer eje de políticas, por ejemplo, se aumentaron las evaluaciones de aprendizaje y se publicaron ampliamente sus resultados, con el propósito de informar a las familias al momento de elegir escuela; también se incentivó el cobro a las familias, promoviendo el “financiamiento compartido” que permitía a los sostenedores privados (y a losmunicipios sólo en los liceos) cobrar aranceles regulados sin dejar de recibir la subvención estatal. Asimismo, para hacer más equitativo el sistema de financiamiento y aumentar la competencia por alumnos de familiasmás pobres, se aumentó el valor del subsidio estatal por los estudiantes demenor nivel socioeconómico, creando la “Subvención Escolar Preferencial”. Más en general, los gobiernos democráticos hicieron suyo el principio de “igualdad de trato” a los proveedores públicos y privados, con y sin fines de lucro. En efecto, a pesar de que la participación de la educación pública en la matrícula nacional continuó cayendo (especialmente desde la segunda mitad de los años noventa) hasta alcanzar mínimos históricos, situando con ello a Chile como uno de los sistemas educacionales más privatizados del mundo, revertir esta situación nunca fue definido como un objetivo de política educacional. En un segundo eje, los gobiernos democráticos fueron aún más activos, implementando una impresionante batería de políticas educativas que se pueden agrupar en tres tipos (García- Huidobro 1999; Cox 2003). Primero, aplicando una gran variedad de “programas demejoramiento educacional”, situados en los establecimientos (e.g. P-900,MECE-Básica,MECE-Rural,MECE-Media, Enlaces), los cuales apuntaban amejorar los procesos pedagógicos y desarrollar profesionalmente a los docentes por la vía de introducir innovaciones didácticas, diversas formas de trabajo colectivo docente y actividades formativas complementarias para los estudiantes. Segundo, mejorando las condiciones para los procesos de enseñanza-aprendizaje, realizando enormes inversiones en mejoramiento de infraestructura, dotacióndemateriales didácticos, textos escolares, laboratorios de computación, bibliotecas, y expandiendo significativamente el tiempo escolar disponible al implantar la “jornada escolar completa”, terminando así con los dobles turnos en la inmensa

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