Nueva educación pública: contexto, contenidos y perspectivas de la desmunicipalización

capitulo5: El futurode lanueva educaciónpúblicachilena: expectativas ydesafíos 195 La primera es canalizar demanera relevante la participaciónde los actores de las comunidades escolares y locales, y al mismo tiempo satisfacer la necesidad de tomar decisiones oportunas y efectivas. Como se explicó, la NEP fortalece la participación de los actores educativos en varios sentidos, incluyendo las propias comunidades (e.g. consejo de profesores, consejo escolar) y el servicio local (consejo local), y da a la planificación local un sentido «desde abajo hacia arriba», al poner los proyectos emanados de las escuelas en la base de la planeación del SLE. Estos acto- res deberán ocupar esos espacios y presionar y demandar constantemente al servicio para que mantenga las necesidades de las escuelas y los liceos en el centro de su gestión. Pero algunas decisiones claves de política y gestiónde los SLE son tomadas en otra instancia colegiada: el comité directivo local, donde quienes participan representan principalmente a actores institucionales (i.e. municipios y gobierno regional) y en menor medida a las familias. Es esperable, por tanto, que el director del SLE (en cuyo proceso de designación, de hecho, participa el comité, que puede además pedir su remoción y es la instancia que aprueba su plan de desarrollo) sea especialmen- te sensible a las directrices de este comité. Varios actores entrevistados manifestaron dudas e incertidumbre respecto del rol y la forma en que estas dos entidades van a convivir, ya que no habría suficiente claridad al respecto y existirían potenciales conflictos y roces entre ellos, lo que podría derivar en que el consejo local de actores se vuelva irrelevante. La segunda tensión se refiere a los instrumentos de gestión y las formas de fiscalización del trabajo de los SLE. Ya se ha dicho que, para objetivar los compromisos de procesos y resultados, la ley NEP creó un conjunto de nuevos instrumentos de gestión que expresan las prioridades y especifican los logros esperados en la relación entre el nivel nacional y el local, y entre este y sus establecimientos: los convenios de desempeño. Un desafío básico es que estos convenios de desempeño expresen genuinamente las prioridades de los actores relevantes y no se conviertan en instrumentos vacíos de simple control burocrático. Sin embargo, por más cuidado que se ponga en sus definiciones, los instrumentos de gestión jamás podrán expresar toda la riqueza de demandas, necesidades y prioridades locales, por lo que mantener una apertura hacia ellas —canalizada a través de las instancias participativasmencionadas—será fundamental: «servir» ciegamente a un convenio y dejar de oír a las comunidades no sería razonable. ConfigurarunaDireccióndeEducaciónPúblicasensiblea lasnecesidadesde lagestión local Las autoridades a cargo de laDEP y los SLE son claves, especialmente en el período de creación e instalación, cuando los roles, funciones y formas de organización se «recrean» en la realidad, más allá de lo que prescribe la normativa. La elección de personas idóneas, competentes y comprome- tidas con el proyecto de laNEP, que permitan dar un empuje y hacer una buena implementación será decisiva a lo largo de toda esta etapa: [La elección de los distintos liderazgos] es un gran desafío, porque unamala elección puede frustrar la implementación del sistema.O sea, este es un sistema en que la buena implemen- tación la jugamos todos los días […] tal como elegir un buen director de escuela influye en la calidad de lo que pase en un establecimiento, elegir un buen director de servicio local o un director de la DEP influye en lo que va a pasar en los servicios locales y en la DEP (Rodrigo Egaña, director nacional de Educación Pública).

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