Nueva educación pública: contexto, contenidos y perspectivas de la desmunicipalización
CAPÍTULO4: LANUEVA EDUCACIÓNPÚBLICACHILENA 179 falta demotivación y presión de los actores locales, especialmente, los profesores, las familias y la comunidad. En esta misma lógica, algunos actores sociales manifiestan la necesidad de que se genere un diálogo con las comunidades educativas: Acá yo creo que el servicio local de educación tiene una tremenda labor, que es convencer, explicar, dialogar con sus comunidades educativas, los directores, los equipos docentes, con sus comunidades, para que conozcan qué es lo que es esto del servicio local de educación y cómo es esta implementación de la nueva educación pública (Dafne Concha, presidenta de la Coordinadora de Padres y Apoderados por el Derecho a la Educación, CORPADE). Esta percepción encuentra eco en la opinión de algunos actores que plantean que, en sus primeros años de implementación, la NEP tiene el desafío de transmitir la «mística del proce- so», es decir, construir y difundir una épica 13 de la desmunicipalización que permita motivar y convencer a las comunidades de que la transformación institucional que supone es valiosa y positiva 14 . Esto, que es importante para todo cambio educativo y social, lo es especialmente en este caso, en que la revitalización de la educación pública requiere canalizar la participación de los actores locales a través de nuevos instrumentos de gestión e instancias institucionales de participación que son la base de las decisiones de los niveles superiores del sistema, y permiten que haya una fiscalización social de las nuevas instituciones y autoridades, en un modo alter- nativo al del mercado educacional que solo aspira a «escuchar la voz» de los clientes a través de las preferencias que revelan cuando eligen una escuela. La tensión entre «normalizar» situaciones precarias y la presión por lograr la efectividad del cambio Los nuevos directores de los SLE señalan que han tenido que destinar los primeros meses de implementación a «normalizar» la situación de los establecimientos que están bajo su adminis- tración, dadas lasmúltiples y urgentes reparaciones de infraestructura, la necesidad de dialogar con los actores escolares y el apremiante ordenamiento administrativo y presupuestario, entre otros requerimientos que han debido atender. En consecuencia, el tiempo y las energías que han destinado a fortalecer el trabajo técnico-pedagógico ha sido menor al estimado inicialmente. Aunque ya han comenzado a trabajar la lógica de redes entre las escuelas y a impulsar algunas iniciativas de mejoramiento técnico-pedagógico, los temas administrativos y la contingencia se han tomado la agenda de los SLE. En este sentido, algunos actores advierten que revertir el daño hecho a la educación pública tomará más tiempo del que contempla la agenda política, cuyo cortoplacismo demanda visibilizar rápidamente logros y resultados. 13 Valentina Quiroga. 14 En particular, el senador CarlosMontes afirmó: «Hacer una reforma de esta envergadura sin base social, política y cultural, es un gran drama. Esta reforma está hecha desde unGobierno con el Parlamento, y toda la base social que tenía no se trabajó, no se armó. Entonces esta reforma tiene que ir ahora construyendo esa base social […]. Como leí por ahí, no hay ninguna reforma en el mundo que resulte si los actores directos e indirectos no la sienten propia».
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