Encuentro Archivo, Documentación y Patrimonio Teatral
Encuentro Archivo,Documentación y Patrimonio Teatral 16 época, adelantando de algún modo el desarrollo de un teatro eminentemente social, tal como se verá reflejado en la obra de Antonio Acevedo Hernández (1886-1962), considerado el padre del teatro popular y social en Chile. Durante las tres primeras décadas del siglo XX 2 se vive un período que los historiadores identifican como la “época de oro” del teatro chileno, caracterizado por el crecimiento y consolidación de la dramaturgia, por entonces considerada la actividad más rentable entre las formas literarias. En dicho período se comienza a dar forma a la expresión teatral nacional, configurando, por medio de melodramas, sainetes y comedias de costumbre, episodios representativos de la vida cotidiana de los chilenos. La segunda y la tercera década del siglo XX va a estar marcada, entonces, no sólo por la profusión de variadas formas expresivas, sino que también por la instalación de un hito fundacional del teatro chileno, cada vez más imbuido de una realidad compleja en la que la trama social ve aparecer a nuevos protagonistas de la historia, esos sujetos populares que empiezan a exigir un protagonismo más activo. El teatro chileno pre y post golpe militar El movimiento teatral que precede al golpe militar de 1973 está signado, de acuerdo con Hurtado y Ochsenius (1982), entre otros aspectos, por la prevalencia de un modelo universitario que encauza un proyecto moderno que busca renovar formas y estructuras de creación, al mismo tiempo que intenta expandir la recepción de temáticas, sujetos y prácticas sociales. Si observamos con detenimiento este alcance, habida cuenta, también, de lo que sostienen en distintos tonos y momentos, estudiosos como Grínor Rojo (1985) y Juan Villegas (2000), podremos atisbar un factor de suma relevancia respecto de nuestra tesis implícita. A saber, el hecho que la revelación y puesta en valor de sujetos y subjetividades relegadas o no reconocidas, viene anunciada por este proyecto teatral universitario. Este proyecto o relato moderno es el que va a ser reencauzado, de acuerdo con la lógica que define a ese contexto, por el teatro que cierra la dictadura y abre la denominada transición democrática. El teatro que se realiza en el periodo de la Unidad Popular, que de acuerdo con Rojo forma parte de una segunda fase de modernidad en la historia del teatro chileno 3 , develará unas condiciones sociales de producción y un marcado acento en la 2 Bernardo Subercaseaux señala que “durante las tres primeras décadas asistimos a un discurso y un movimiento que en una primera etapa plantea la necesidad de impulsar un teatro nacional abarcando los distintos factores que ello involucra (…) Alrededor de 1910, se concentra en la necesidad de crear compañías con autores y obras locales que rescaten las costumbres y problemas propios del país, pero funcionando en un ámbito de mercado. Luego, entre 1914 y 1920, en la época de oro del teatro chileno, el discurso enfatiza la necesidad de velar por la calidad estética del teatro y, finalmente, hacia 1930, solicita el patrocinio y subvención por parte del Estado” (2007, 235). 3 “Bien entrados los años cincuenta, el teatro chileno cambia de signo. Es entonces cuando puede sentirse el genuino advenimiento de una etapa nueva, que para nosotros es la segunda del período moderno en la historia local del espectáculo ” (Rojo, 1985, p. 17).
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