Traumatología de la rodilla

T raumatología de la rodilla El artroscopio en sí mismo es una cánula metálica por la que se introduce un haz de fbra óptica rígido. Está conectado mediante un cable a una fuente de luz fría y a una cámara de video que a través de otro cable llega al procesador de imágenes. Figura 4. El artroscopio cuenta con la cánula de inserción articular con su respectivo obturador, el que se cambia por la óptica una vez dentro de la articulación. La cánula metálica habitualmente es de 4,5 mm para grandes articulaciones, a ésta se conecta la bajada de suero para el ingreso de líquido a la articulación, el que puede ser impulsado por la gravedad o por bomba de infusión. Las ópticas varían en grosor, desde los 2 a los 7 mm, siendo las más usadas las de 2,7 mm para pequeñas articulaciones y las de 4 mm para las grandes. Otra variable es el bisel de la punta de la óptica, que determina un ángulo de visión que varía de 0º, 30º y 70º, permitiendo aumentar el grado de visualización articular usando puntos de entrada fjos como son los portales, pudiendo en la mayoría de los casos hacer una artroscopía con sólo dos de ellos dependiendo de la articulación a intervenir. 66 Figura 4. Cánula de artroscopía y óptica de 30 grados. Figura 4

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