Traumatología de la rodilla

T raumatología de la rodilla Otra estrategia para el manejo del dolor es el uso de infltraciones periarticulares con anestésicos locales, reportándose buenos resultados 42-44 , sin compromiso motor, sin embargo, tienen la desventaja de requerir altas dosis, lo cual aumento el riesgo de efectos adversos 45 . Existe cada vez más consenso que el mejor equilibrio entre analgesia postoperatoria y menor inhibición motora es el uso de bloqueos de triangulo femoral o canal de adductor asociado a infltración de la cápsula posterior 41 . Los nuevos protocolos de manejo de dolor y rehabilitación han conseguido que las estadías hospitalarias han disminuido signifcativamente, bajando desde 5 a 6 días, a hospitalizaciones de 1 o 2 días, incluso ya hay experiencia documentada internacionales y locales de protocolos ambulatorios . 46-48 Complicaciones Las complicaciones graves en PTR que pueden afectar la evolución y resultado son de baja incidencia (menos de 5%), pero algunas potencialmente devastadoras. Las podemos diferenciar en complicaciones médicas y quirúrgicas propiamente tal. Las complicaciones medicas están en el contexto que habitualmente son pacientes mayores con comorbilidades que predisponen a estas, entre las que destacan la TVP y EP, eventos cardiocirculatorios y respiratorios. Para esto están todas las medidas de proflaxis conocidas, medicamentosas y físicas ya descritas, que están en protocolos estrictos que deben respetarse e idealmente ser incluidos factores individuales de cada evaluación preoperatoria 35 . Las complicaciones quirúrgicas propiamente tales, las podemos diferenciar en menores cuando no requieren procedimientos quirúrgicos adicionales y son de escasa repercusión en resultado fnal (complicaciones de herida, hematomas, infección superfcial) Las complicaciones mayores son las que habitualmente requieren de un procedimiento quirúrgico, incluyendo la revisión del implante y tienen algunas variaciones según tipo de prestadores estudiados y regiones del mundo, pero en general las dos más importantes son la infección protésica y el afojamiento aséptico que entre las 2 superan el 50% de las complicaciones mayores, existiendo otras como fracturas peri protésicas, inestabilidad, rigidez o artrofbrosis 33 . En general la infección del implante es la causa más frecuente de las complicaciones precoces (antes de 2 años) siendo más del 50% en este grupo. En las infecciones tardías (más de 2 años) el porcentaje baja y se empareja con los afojamientos asépticos (entre 25 y 30%) 49 . Llama la atención que si comparamos las cifras de infección las ultimas 4 décadas, los avances mayores han sido en disminuir la incidencia (de un 3,5% a 1 %) pero no así en los resultados de erradicación de la infección cuando ya está establecida, que se han mantenido con poca variación. Esto recalca el énfasis que se debe mantener en la prevención, ya que una vez establecida la infección es habitualmente una situación catastrófca, en lo médico (severo riesgo de secuela), en lo económico y en lo emotivo, tanto para paciente como para los familiares y el propio tratante 50 . Es relevante señalar que la infección protésica se debe siempre sospechar ante una mala evolución clínica de una PTR, y ser agresivos en toma de exámenes, como PCR y VHS que tienen una alta sensibilidad para estos casos, especialmente después del primer mes de evolución post operatorio. Toman importancia los estudios y cultivos de líquido sinovial ante derrames persistentes con dolor y estudios complementarios como Leuco-esterasa y PCR especifca en líquido sinovial 51 . 408

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