Traumatología de la rodilla

Universidad de Chile Conclusión Sin duda este tipo de lesiones, constituyen un gran desafío para el cirujano de rodilla. Es fundamental estandarizar nuestra conducta desde la urgencia, iniciando nuestro enfoque terapéutico, con una evaluación del estado vascular, continuando con la evaluación de las lesiones asociadas. Para defnir el diagnóstico correcto, debemos basarnos, en un examen físico detallado y específco, una evaluación radiológica de estrés y en la RNM. Aunque no hay un algoritmo de tratamiento que pueda guiarnos en el tratamiento de las distintas combinaciones de lesiones, creemos que los puntos claves y las preguntas desarrolladas en este capítulo, pueden ser de utilidad para el correcto enfrentamiento de las luxaciones de rodilla y las lesiones multiligamentarias. Cada paciente y su rodilla constituyen una lesión única, con sus circunstancias especiales, por lo tanto, debemos realizar el tratamiento individualizado, siguiendo los principios básicos descritos y desarrollados previamente, para el manejo desde la emergencia hasta la cirugía defnitiva y rehabilitación posterior, ayudándonos a evitar las complicaciones catastrófcas que pueden ocurrir secundariamente si no hacemos un correcto diagnóstico y tratamiento. Nuestra preferencia, es realizar la cirugía lo más precoz posible, idealmente antes de las 3 semanas de ocurrida la lesión, reconstruyendo todas las estructuras lesionadas en un solo tiempo, insistiendo en que cada caso es diferente y por lo tanto el tratamiento ideal debe ser planifcado individualmente. Si bien, las lesiones multiligamentarias, se han convertido en uno de los grandes desafíos de los cirujanos de rodilla, y cada vez contamos con más evidencia para realizar un enfrentamiento óptimo, aún no logramos un consenso que nos permita entregar una conducta estandarizada para el tratamiento de estas lesiones. . 371

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