Traumatología de la rodilla
Universidad de Chile Al examen podrán tener derrame leve y pruebas meniscales positivas, destacando el dolor de la línea articular, McMurray y Apley. Se debe tener especial atención con pacientes sobre 50 años, que relatan un dolor agudo en el compartimiento medial (habitualmente) ante un movimiento especifco de carga axial, asociado a un “click” y que desde entonces quedan con un dolor insidioso, en este escenario se debe sospechar lesión de la raíz meniscal. Estos pacientes deben ser evaluados con resonancia magnética. Artrosis: La artrosis de rodilla más frecuente es la primaria. Los pacientes con daño articular en mayor o menor grado acudirán habitualmente por un factor desencadenante que aumente su dolor, tendrán una historia de dolor de larga data que aumenta al iniciar el movimiento y cede al cabo de unos minutos, asociado a rigidez matinal de menos de 30 minutos. Pueden además consultar por cuadros de sinovitis de rodilla tras un ejercicio extenuante, que se caracteriza por una pérdida de “solo” los rangos extremos de extensión y fexión, sin bloqueo articular. Según el grado de severidad de la enfermedad se presentará derrame, disminución del rango articular, deseje de la extremidad, deformidad y dolor global por el compromiso periarticular. El estudio frente a estados avanzados de daño articular debe incluir radiografías AP y lateral de rodilla en carga; En caso de sospecha, en especial en pacientes menores de 65 años, es importante solicitar el estudio radiográfco con la proyección de Rosemberg ya que permite observar el desgaste posterior de la rodilla, que habitualmente es donde se inicia la artrosis primaria. La telerradiografía de EEII AP es útil en la planifcación quirúrgica, ya sea para osteotomía o artroplastía, pero tiene cada día mas indicación para objetivar el eje alterado que sospechamos clínicamente. La resonancia se solicita para el evaluar si existe la presencia de edema óseo, fracturas subcondrales, necrosis avascular o ante una artrosis inicial con sospecha de dolor mecánico por rotura meniscal. Las articulaciones corresponden a un órgano, por lo tanto, para identifcar etiología de artrosis secundarias se debe tener en consideración todas aquellas condiciones que alteran la homeostasis: post fracturas, inestabilidad ligamentaria, insufciencia meniscal, infecciones, enfermedades metabólicas, isquemia/necrosis, alteraciones de la coagulación, tumores, inmunológicas/reumáticas y iatrogénicas. Dolor referido: frente a cuadros de dolor de rodilla atípicos o con hallazgos de la historia que no se corroboren con el examen físico o estudio imagenológicos, se debe sospechar un dolor referido. El dolor puede ser sólo de rodilla, o ser un dolor de muslo y rodilla, o pierna y rodilla, al que el paciente asigna mayor severidad o importancia a la rodilla obviando el origen proximal o distal del dolor. En el caso del muslo y rodilla por anterior se debe tener en cuenta la meralgia parestésica, las radiculitis femorales altas, el dolor esclerotógeno irradiado desde zona lumbar y glútea, el dolor muscular por DOMS, miositis piógena que se da en contextos hiperglicémicos. Dolor de pierna por anterior con compromiso de rodilla puede corresponder a periostitis tibial o contractura del tibial anterior. El dolor lateral puede ser irradiado desde proximal por bursitis/ tendinitis trocantérica. Dolor de rodilla y pierna por lateral se puede presentar en contractura de peroneos, o atrapamiento del nervio peroneo común. Por medial, en caso de dolor de muslo y rodilla se puede mencionar la tendinitis del aductor magno, síndrome de atrapamiento del safeno o del nervio obturador. En el caso de dolor posterior o proximal de la pierna por posterior sospechar trombosis venosa, claudicación radicular intermitente, claudicación vascular o síndrome compartimental crónico. Si hay dolor de ambas extremidades sospechar polineuropatías o raquiestenosis. 37
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