Traumatología de la rodilla
Universidad de Chile En otro estudio similar publicado en 2019 donde se encuestó a los miembros de la Sociedad Europea de Ortopedia Pediátrica (EPOS) y la Sociedad de Ortopedia Pediátrica de América del Norte (POSNA), un 60% trató a pacientes con rotura LCA con fsis abierta. Se observa que la técnica de los túneles transepifsiarios es la preferida para niños prepuberales (8 años), recomendando a nivel femoral un 49% túnel transepifsiario, 40% “ over the top ” y 11% transfsiario. Mientras que para los niños puberales (13 años) se recomendaron los túneles transfsiarios. En total, el 5,5% de los participantes informaron trastornos del crecimiento después de la reconstrucción del LCA. Los patrones de práctica actuales siguen siendo variados y controversiales y es difícil llegar a un consenso. La colaboración investigativa entre las distintas asociaciones será fundamental para desarrollar un algoritmo de tratamiento basado en la evidencia. Según este estudio, la aplicación de la técnica de túneles transfsiarios ha aumentado, ya los casos de alteraciones signifcativas del crecimiento han sido mínimos, aunque no dejan de ser preocupantes. 17 En los pacientes pediátricos, se prefere usar injertos de tejidos blandos. El método más utilizado es el autoinjerto de isquiotibiales (semitendinoso-gracilis) cuádruple. A veces, el tendón puede quedar corto, y por esta razón se han considerado otras opciones como es el injerto del tendón del cuádriceps. El injerto HTH no está recomendado en estos casos por la posibilidad de realizar un puente óseo a nivel de la fsis y además por el daño a nivel fsiario de la tuberosidad anterior de la tibia que se produciría en la toma de injerto. Por último cabe recordar que la tasa de falla y, por ende, de revisión de aloinjertos es mayor, alrededor de un 13.2%. 18 La fjación de injertos más utilizada es de suspensión a nivel metafsiario, ya que previene el ensanchamiento debido a el uso de elementos de osteosíntesis preservando stock óseo a través de la fsis. En los casos de reconstrucción transepifsiaria, se puede realizar una técnica de suspensión cortical o un tornillo retrogrado distal a la fsis en la zona tibial y en la zona femoral el que puede ser con vaina protectora . 3 Rehabilitación y prevención Luego de la cirugía la rehabilitación es fundamental, siendo el control neuromuscular dinámico y multiarticular el enfoque principal para los pacientes pediátricos con rotura del LCA. Según el consenso del Comité Olímpico Internacional publicado en 2018 4 , se sugiere realizar 4 fases de rehabilitación. Durante las dos primeras se debe proteger al paciente del juego libre, las clases de educación física y evitar las actividades de corte y giro. Previo a estas 4 fases, para aquellos pacientes que se someterán a una reconstrucción del LCA, se destaca una fase de prehabilitación que tiene como propósito preparar al paciente para la cirugía. Durante la rehabilitación, deben cumplirse hitos clínicos y funcionales específcos antes de avanzar a la siguiente fase. Se aconseja el uso de rodillera en la fase 1 que podría transcurrir entre la 2° y 6° semana postoperatoria. Esto dependerá de los procedimientos concomitantes que se pudieran haber realizado en la cirugía. El marco de progresión de estas fases es similar para los pacientes quirúrgicos y no quirúrgicos. Existen diferentes expectativas de progreso y plazos para volver a participar completamente en el deporte. Con un tratamiento no quirúrgico se requiere por lo menos de 3 a 6 meses, mientras que con un tratamiento quirúrgico la rehabilitación debe durar un mínimo de 9 meses antes de volver a dicha participación deportiva. 4 Se señala que el periodo donde existe mayor riesgo de re-lesión es el de los primeros 12 meses del postoperatorio. Por lo tanto, se aconseja que los pacientes atletas no realicen deportes de pivoteo durante ese tiempo. 4 325
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