Traumatología de la rodilla

T raumatología de la rodilla Cajón anterior Prueba descrita en 1845. Para realizar el cajón anterior se sitúa al paciente acostado con la rodilla fectada en 90º, el examinador se sienta en la camilla por el lado ipsilateral de la lesión y sobre el pie del paciente para dejarlo fjo. Se debe inspeccionar la rodilla de lado con tal de objetivar una correcta relación de la tibia, que está algo anterior al fémur. Se procede a colocar los dedos pulgares cerca de la tuberosidad anterior de la tibia y el resto de los dedos en la región posterior de la pantorrilla, se aconseja que los dedos índices estén palpando los tendones del semimembranoso y bíceps femoral, con tal de que estén relajados para evitar que el tono de estos tendones no permita una correcta evaluación. La maniobra consiste en que en esta posición se mueve la tibia proximal hacia adelante y al igual que la prueba de Lachman se debe prestar atención a la magnitud del desplazamiento y las características del fnal del movimiento. En una rodilla normal existe un pequeño grado de traslación anterior que termina con un tope frme. La evaluación del tope fnal no es tan precisa en esta prueba como en el Lachman. Cuando hay lesión del LCA hay aumento del desplazamiento anterior y el movimiento termina sin tope alguno. Esta prueba debe hacerse de rutina, sin embargo, adquiere relevancia al examinar pacientes voluminosos en los que la prueba de Lachman se torna difcultosa. Pivot shift La prueba de pívot shift es una prueba funcional que busca reproducir el mecanismo más habitual por el cual se lesiona el ligamento cruzado anterior 2 . La posición inicial de la prueba es con el paciente supino y la rodilla extendida, el examinador toma la pierna y lleva la tibia a una posición anterior, con leve valgo y rotación interna con tal de subluxar el platillo lateral hacia anterior, luego se debe fectar la rodilla. En una prueba positiva al llegar a una fexión de 30º a 40º se produce un resalte que traduce la reducción de la subluxación por tracción de la banda iliotibial que cambió su eje de tracción hacia posterior. Esta prueba es más útil en un paciente con semanas de evolución, ya que en una rodilla traumática aguda por el dolor y el aumento de volumen es difícil de realizar. Es la prueba más específca de lesión de LCA, pero tiene baja sensibilidad. Si se logra realizar es una gran ayuda, sin embargo, en muy pocos casos es posible. Además de entregar información sobre inestabilidad anterior su positividad revela inestabilidad rotacional, la que debe ser buscada, ya que en casos selectos podría determinar la necesidad de agregar gestos quirúrgicos para su resolución. 24

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