Traumatología de la rodilla
T raumatología de la rodilla Tratamiento Tratamiento ortopédico El tratamiento ortopédico es de elección frente a fracturas tipo I. El tratamiento de las fracturas tipo II es controversial, en caso de lograr una adecuada reducción cerrada, estas pueden tratarse de manera conservadora. Tras la reducción y confrmación bajo radioscopía, se debe utilizar un yeso neutro o en mínima extensión. En el caso de las fracturas que no requieran reducción 8 , se deben instalar yesos con rodilla en 20° fexión como lo describió originalmente Meyers para disminuir tensión del LCA por un periodo de 6 a 12 semanas. Algunos autores recomiendan el aspirado de la hemartrosis para alivio dolor. Eso es tema de discusión , al ser una puerta de entrada infecciosa bajo una inmovilización fja en un paciente pediátrico, por lo que su indicación debe ser justifcada. Tratamiento Quirúrgico En el tratamiento quirúrgico de esta lesión involucra las fracturas tipo II irreductibles en adelante 8 . Existen dos opciones de tratamiento, la reducción artroscópica y la reducción abierta. Si bien la opción artroscópica es de primera línea es importante conocer acabadamente ambas técnicas en caso presentarse una artroscopía frustra y requerir convertir a una técnica abierta. Múltiples estudios han comparado las dos técnicas y los diferentes métodos de fjación. El estudio de Adams y Col. 1 presenta resultados similares para ambas técnicas quirúrgicas. Respecto a laxitud y pivot shift, ambos resultan ser más frecuentes cuando se realiza la reducción mediante técnica abierta. Desde el punto de vista técnico, el manejo artroscópico reduce el riesgo de otras complicaciones, incluido el dolor postoperatorio y necesidad de hospitalización. Actualmente ambos métodos son considerados aceptables y deben ser elegidos de acuerdo con la experiencia del cirujano frente al patrón especifco de fractura. La fjación con tornillos es una técnica clásica y efectiva. Figura 7. La instalación de los tornillos se puede realizar de manera anterógrada o retrógrada 8 . En el caso de utilizar técnica anterógrada, se posiciona al paciente en decúbito supino con fexión de rodilla de 90º, y previo a la instalación del tornillo se utiliza una guía canulada. La técnica retrógrada se realiza desde la cortical anterior de la tibia proximal en dirección al foco de fractura. Se recomienda que frente a la elección del uso de tornillos como mecanismo de fjación asegurar siempre su ubicación mediante el uso de radioscopia. Shin y col. 9 en un análisis de un grupo de 27 pacientes donde se utilizaron tornillos como método de fjación, presentan buenos resultados frente a las escalas funcionales, un paciente presentó inestabilidad, uno contractura en fexión y dos de sus pacientes debieron someterse a retiro del material. Reynders y col. 10 analizaron 26 fracturas Meyers y Mckeevers tipo II y III tratadas con tornillos como método de fjación. Del total de los pacientes, cuatro desarrollaron pinzamiento anterior y dos de estos pacientes requirieron reconstrucción del LCA. Se debe tener especial cuidado en pacientes con fsis abierta, aunque al ser una fractura transicional de edad adolescente la posibilidad de sufrir alteraciones a nivel de la placa de crecimiento es baja, existe y su manejo como complicación es sumamente complejo. Independiente del método de reducción y fjación, ya sean sutura o tornillos, se debe privilegiar que estos sean epifsiarios y respetar el cartílago de crecimiento. 228
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