Traumatología de la rodilla

Universidad de Chile Complicaciones Infección A pesar del uso de un protocolo de manejo escalonado, la tasa de infección profunda en fracturas de platillos tibiales de alta energía, es de 5 – 8,4%. 22,23 Al comparar la utilización de placas convencionales, bloqueadas y la fjación externa, no existe diferencia signifcativa con respecto a la incidencia de infección profunda. Se ha demostrado que el tiempo operatorio es un factor de riesgo de infección, pero está relacionado con la gravedad de la fractura, la complejidad de la intervención quirúrgica requerida y, por lo tanto, no se puede modifcar. Existe evidencia débil, de que el uso de terapia con presión negativa (VAC incisional) para heridas de alto riesgo, disminuye la tasa de infección. Sin embargo, se requiere más evidencia. Artrosis Post-Traumática La incidencia de artrosis post-traumática radiográfca de rodilla, secundario a una fractura de platillos tibiales, varía entre un 25% y 45%, sin embargo, el riesgo para necesitar una prótesis total de rodilla es de sólo 7,3% a 10 años, 24 un poco más de 5 veces que la población general de la misma edad. Esta incidencia aumenta con la complejidad de la fractura, con el mal alineamiento mayor de 5º y con la pérdida de reducción. Los pacientes con inestabilidad o no unión, requieren una prótesis total de rodilla antes (13,3 a 14 meses después de la lesión) que aquellos con mal unión intraarticular (50 meses). La falla más común fue el colapso en varo/valgo. Es por esto, que el predictor de un buen resultado a futuro más importante en el tratamiento de las fracturas de platillos tibiales, es la restauración del eje mecánico, por sobre la reducción anatómica de la superfcie de la articular. Tan sólo tener una fractura de platillos tibiales que requiera cirugía, aumenta la probabilidad de requerir una prótesis total de rodilla en 5,3 veces. No Unión / Mal Unión Habitualmente se producen en la unión metafsio-diafsaria. Para su diagnóstico, se requiere una evaluación que incluya radiografías comparativas y, en algunos casos, TAC. En caso de ser necesario una cirugía de revisión, se debe poner tener en cuenta el riesgo de infección. En caso de presentar mal alineamiento sintomático, se requiere una osteotomía para restaurar el eje de la extremidad. Figura 7. 217

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