Traumatología de la rodilla

T raumatología de la rodilla Prótesis en Agudo En pacientes mayores de 70 años, con gran conminución articular, las tasas de no unión alcanzan un 18% al intentar osteosíntesis 32,56 . Es por esto, que la prótesis es reservada para pacientes ancianos, con baja demanda, asociado a conminución articular extensa, osteoporosis y principalmente con gonartrosis 11,12,32,56 . Implica la resección completa de la fractura del fémur distal y reemplazarla por una prótesis de rodilla, la cual permite una carga precoz, fundamental para disminuir la morbimortalidad en estos pacientes 11,12,32,56 . Complicaciones Las fracturas supra e inter-condíleas de fémur representan un desafío a la hora del tratamiento, con múltiples opciones quirúrgicas y no se encuentran exentas de complicaciones. Las tasas de no unión para todos los tipos de fjación es de un 6%, un 3,3% de falla de la fjación, un 2,7% de infección profunda y hasta un 16,8% de re operación 57 . Al utilizar CEM-R, la tasa de no unión es de un 5,3%, falla de la fjación un 3,2%, infección profunda un 0,4% y re operación un 24,2%. Las placas LISS presentan una tasa de no unión de un 5,5%, falla de la fjación un 4,9%, infección profunda un 2,1% y re operación un 16,2%. Las placas de compresión, tienen una tasa de no unión de un 6,3%, falla de la fjación un 2,6%, infección profunda un 4,8% y re operación un 12,7%. Los fjadores externos, presentan una tasa de no unión de un 7,2%, falla de la fjación un 1,5%, infección profunda un 4,3% y re operación un 30,6% 57 . Rodilla Flotante El término rodilla fotante fue acuñado por primera vez el año 1975 por Blake y Mc Bryde, refriéndose a fracturas ipsilaterales de tibia y femur. Acorde a Fraser, quien clasifca las rodillas fotantes el año 1978, los tipos IIB (fractura articular de fémur distal asociada a fractura diafsiaria de tibia) y IIC (fracturas articulares de fémur distal y tibia proximal), involucran el segmento distal del fémur 58,59 . Las rodillas fotantes, se presentan habitualmente en contexto de accidentes motorizados de alta energía, estando asociadas a lesiones graves como TEC en un 38% de los casos y trauma de tórax en un 35%. La presencia de compromiso vascular se describe en un 29% de los casos, con una tasa de amputación de 27% y tasa de mortalidad de un 8,6% 58 . Figura 6. Es por esto, que el manejo inicial debe ser según los principios del ATLS y, acorde a la estabilidad del paciente, se optará por un manejo escalonado o uno defnitivo inmediato 58 . 200

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