Traumatología de la rodilla

Universidad de Chile Generalmente estas lesiones se encuentran en pacientes involucrados en accidentes de tránsito o caídas de altura. De ahí la importancia de la historia clínica, que podrá orientar a la sospecha de lesiones asociadas (ligamentarias, meniscales, neurovasculares), y del examen físico. Nunca olvidar el control de pulsos y la evaluación neurológica cuándo las condiciones del paciente lo permitan. Además, se debe tener especial cuidado en la evolución de las lesiones de partes blandas, ya que durante las primeras horas posteriores al trauma el edema subcutáneo puede evolucionar e incluso se puede producir un síndrome compartimental 12 . La magnitud de la energía involucrada en el accidente no sólo orientará en la fragmentación de la fractura y en su desplazamiento, sino también en el pronóstico que el traumatólogo podrá dar de la evolución de los tejidos blandos. En el examen físico, siempre que el paciente lo permita, se debe evaluar la estabilidad en varo , valgo y anteroposterior, así como el rango de movilidad. Se debe sospechar y buscar una inestabilidad ligamentaria que oriente a un cuadro de luxación de rodilla reducida. Fracturas que involucran en platillo medial tiene alta relación con lesión vascular y síndrome compartimental, por lo que se debe siempre estar atento a su búsqueda. La evaluación radiológica debe incluir las proyecciones tradicionales AP y L de rodilla, las que se pueden complementar con proyecciones oblicuas. Se recomienda a su vez tener disponible Rx de la rodilla contralateral, como comparación para la planifcación operatoria. La TAC se debe solicitar siempre para una mejor evaluación de conminución, desplazamiento y hundimiento del rasgo, facilitando así la planifcación preoperatoria. En el paciente crítico, las Rx simples son sufcientes para determinar el tratamiento inicial a través del control de daño con la estabilización con tutor externo. En estos casos se recomienda la postergación del TAC para realizar luego de reducir y posicionar el tutor. Si la lesión se presenta en paciente con ausencia de pulsos a distal o un ITB < 0,9 después de alineada la extremidad o reducida la luxación, la recomendación es un Angio TAC y comunicarse con el cirujano vascular para resolución de la patología vascular, concomitante a la estabilización con tutor externo. La RNM tiene un uso controversial en urgencia, estaría justifcada en lesiones graves, donde existe sospecha de lesión ligamentaria o de meniscos, para lo que se debe estabilizar con tutor externo compatible con el resonador, pins de titanio y barras de carbono. Cuando existe compromiso signifcativo de partes blandas, inestabilidad severa, lesión vascular o el patrón de fractura hace sospechar que exista riesgo de síndrome compartimental, se debe realizar control de daño y estabilización con tutor externo para osteosíntesis defnitiva cuando las condiciones lo permitan. Está demostrado que el uso de tutor externo en este tipo de lesiones está asociado a bajas tasas de infección profunda o no unión luego de realización de la OTS defnitiva 13 . En el caso de que la lesión sea mayormente estable, no exista gran compromiso de partes blandas y no exista compromiso vascular, el manejo de urgencia consiste en inmovilizar y planifcar la resolución a la brevedad 14 . 165

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