Traumatología de la rodilla

T raumatología de la rodilla Es más, este procedimiento puede generar una perdida de la estabilidad, especialmente en los primeros 30° de fexión donde la estabilidad está dada exclusivamente por las estructuras ligamentarias, dado que no existe estabilidad ósea. En suma, debemos señalar que las alteraciones patelofemorales se originan ante cualquier factor que altere la cinética de este compartimiento de la rodilla, desde factores intrínsecos como la displasia troclear o factores extrínsecos como un valgo de la extremidad, un aumento de torsión femoral o desbalance del control neuromuscular. Todo esto puede cambiar los vectores resultantes a nivel de la articulación patelofemoral y generar los cambios histopatológicos descritos tanto en el tejido periarticular como en el tejido condral. Por lo mismo resulta fundamental que la elección del tratamiento en un paciente determinado o futuras propuestas de tratamiento tenga en consideración todos estos puntos críticos, evaluando los aspectos que están defcientes y valorando el escenario como una entidad multifactorial; asimismo, se debe dar importancia al manejo del dolor que se genera por el desbalance homeostático de las partes blandas evitando dañar los distintos componentes que proveen la estabilidad. Enfrentamiento Clínico Cuando un paciente llega a la consulta tenemos tres escenario posibles. Por una parte el paciente joven, deportista, que realiza actividades de alto impacto, repetitivas, que producen un incremento constante en la carga de la articulación patelofemoral y los tejidos blandos circundantes. El segundo tipo de paciente es el portador de una inestabilidad patelar, con luxaciones o subluxaciones a repetición que generan cambios precoces en la anatomía articular y fnalmente el paciente mayor, con una artrosis establecida patelofemoral ya sea aislada, o como parte de una artrosis multicompartimental. En cualquiera de los 3 casos es fundamental realizar una acabada anamnesis poniendo énfasis en algunos puntos claves que discutiremos a continuación. Lo primero es tener en cuenta que rara vez el paciente describe un evento gatillante inicial (exceptuando las causas traumáticas). Habitualmente, la historia se caracteriza por dolor intermitente, ocasional, luego de actividades de larga duración. En algunas oportunidades, no solo es dolor anterior de rodilla si no que muchas veces puede referir que las molestias son en relación, a la musculatura cuadricipital y otras partes blandas. Esto se resume de manera muy adecuada por la teoría llamada “ envelope of function ”, que habla de cómo responde la articulación patelofemoral en conjunto con los tejidos blandos y la musculatura estabilizadora ante la carga constante, tanto en intensidad como en frecuencia. Además, basado en la resistencia de los distintos componentes, se establece un límite suprafsiológico de actividad que sería el punto en el cual la articulación no es capaz de mantener una adecuada homeostasis de las partes blandas, generando fnalmente dolor. Incluso, si se sobrepasa este límite supra fsiológico podemos alcanzar la zona de fallo donde pueden iniciar los cambios estructurales (daño del cartílago articular, fracturas subcondrales, etc) . Mediante este concepto se puede establecer ciertas equivalencias de actividad. Por ejemplo, las fuerzas resultantes de un salto de 2 metros de altura por una vez podría ser equivalentes a dos horas de trote o 10 horas de caminata. Otra implicancia de esto es que previo a alcanzar la zona de carga supra fsiológica, los estabilizadores tanto estáticos como dinámicos van a alcanzar un punto de fatiga pudiendo producir dolor o molestias como dijimos previamente. Teniendo esto en cuenta debemos ser capaces de detallar precisamente el tipo de actividad y la frecuencia con la que el paciente realiza sus actividades, para determinar cuáles son las que llevan a sobrecargar la articulación patelofemoral. 102

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