Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen II

– 946 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier (por ejemplo, con adverbios como ayer , hoy , esta semana , etc.) estaba aún viva hasta fines del s. XV, e incluso se documenta hasta entrados los Siglos de Oro (Eberenz 2005). Por ello, no parece improbable que el uso actual de Chile y otras partes de América sea resultado de la reestructuración de usos que se encontraron en competencia, especialmente en el contexto multidialectal de la gestación de las variedades americanas del castellano. El problema central que debe tenerse en cuenta para comprender cabalmente lo que observamos en nuestros textos, según creemos, corresponde a la naturaleza de los datos con los que contamos. A pesar de que en el corpus examinado hemos procurado incluir textos considerados no literarios, una reflexión más detenida hace ver que en realidad la dicotomía entre lo literario y lo no literario podría no ser tan relevante. Sí podría tener mayor importancia la oposición entre oralidad y escritura, sobre todo en el contexto de la América colonial. Según parece, el solo hecho de que un acto de habla se haya dado por escrito podría haber implicado usos lingüísticos distintos, sobre todo en el contexto de la América colonial, donde puede suponerse que la escritura estaba mucho más desvinculada de la oralidad de lo que lo está en la actualidad. No suena completamente descabellado afirmar que la situación actual, en que la escritura ocupa una parte importantísima de la actividad comunicativa y por tanto se encuentra en una relación muy estrecha con la oralidad, está en las antípodas de lo usual en la época colonial. Esto, proyectado al nivel de usos lingüísticos concretos, implica que, en comparación con la época actual, es mucho más probable que los hispanohablantes de la época colonial escribieran con usos lingüísticos diferentes a los que usaban en su comunicación oral. Y esto parece ser válido independientemente de la mayor o menor cercanía o familiaridad que tengan los autores con los lectores; nótese que el uso del PPC que discutimos aparece tanto en textos notariales como en cartas privadas familiares. En suma, tendríamos que el uso del PPC que encontramos en estos textos perfectamente podría no ser el que los mismos autores de los textos habrían usado en una instancia de comunicación oral. ¿Por qué, entonces, el PPC aparece usado en el modo en que hemos descrito? La respuesta más natural parece ser que la escritura estaba asociada al uso de la lengua ejemplar (Coseriu 1990), que en la época tenía como núcleo el habla de la metrópoli peninsular (Madrid), donde un uso análogo al de nuestros textos tenía vigencia (cf. las referencias señaladas en 2.1). Por otro lado, nos parece que el concepto de TD resulta explicativo en relación con la vía por la que pueden haber accedido los hispanohablantes americanos a la lengua ejemplar. En nuestro análisis, hemos manejado textos para los que puede inferirse con mucha seguridad la existencia de modelos textuales concretos de procedencia exógena. De hecho, en su estudio preliminar sobre EDol , Kordic (2008) examina detalladamente las filiaciones textuales del epistolario. Entre estas fuentes, goza de la mayor importancia la obra de Santa Teresa de Jesús. Aunque se escapa de los objetivos de nuestro trabajo, sería interesante ahondar

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