Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen II

– 922 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier no aparecieron en las muestras de corpus, quizá porque la muestra era pequeña, o porque las acepciones son anticuadas; p. ej., menta como bebida alcohólica, presente en el DIEA y en el DUE, no se encontró en la muestra, pese a ser un uso actual ( Sírveme una menta, El cóctel llevaba menta ). 5. CONCLUSIONES Y TRABAJO FUTURO En este trabajo, se han ofrecido dos estudios complementarios, uno de corpus y otro de diccionarios. De ellos extraemos conclusiones relacionadas con aspectos teóricos y con aspectos que pueden contribuir a la detección manual y automática de este tipo de polisemia, así como a su representación lexicográfica. Como ya se adelantaba en el apartado 2, la polisemia regular ha sido definida a menudo como ‟sistemática” y ‟predecible”. Por ejemplo, en Peters y Kilgarriff (2000: 302): ‟Regular polysemy holds where a set of senses of a given word is related in systematic and predictable ways”. Tanto en el análisis de corpus como en el de diccionarios se observa que las relaciones semánticas establecidas por mecanismos de polisemia regular son predecibles solo a partir de un cierto nivel de abstracción, que, en este caso, correspondería sobre todo a planta · parte de planta y planta · evento, planta · producto. No se puede, por ejemplo, predecir que la madera de un árbol vaya a tener un uso y se le adjudique un nombre; por tanto, las fórmulas que propone Falkum (2011) no pueden utilizarse de manera sistemática: ‟If an expression has ‘tree’ use, it also has a ‘wood’ use” (Falkum 2011: 150). Lo que sí parece posible considerar es que, si se da el caso de que una madera se usa y se nombra, muy probablemente se llamará de la misma manera que el árbol. Esto es todo lo ‟predictivo” que se puede ser en un nivel de concreción semántica que interese al diccionario, en el que no se puede definir laurel como ‟árbol ... y alguna de sus partes (sean las que sean)”. Como indica Kayser (2003: 1263), ‟it is not clear when a dictionary should the two possibilities (e.g. construction: action of building [something]; result of this action) rather than giving it to the reader to extrapolate from the definitions given” ( cf. también Kilgarriff 1995). Asimismo, considerando la noción de explotación de Hanks (2013), podemos afirmar que no todos los recursos semánticos, sintácticos, morfológicos... de una palabra se van a activar en el uso de la lengua constatado a través del análisis textual y, por tanto, no todos ellos deberían ser materia para el diccionario. Aplicar de manera sistemática la polisemia regular a casos como los que se ha analizado puede llevar a hacer ‟ficción lexicográfica” (p. ej., definir ‟Acción y efecto de...” sin verificar que, en efecto, existen la acción y el efecto). Como alternativa, el diccionario puede concebirse como un estado de la cuestión del vocabulario, dinámico por naturaleza y necesitado de constante actualización. Lamentablemente ello no puede hacerse, por el momento, con herramientas automáticas de suficiente precisión; sin embargo, tener un conjunto

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