Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen II

– 894 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier Además, la forma mererek · e como étimo de berengue o merengue resulta muy difícil porque deja sin explicación el supuesto cambio de (mere)rek · e a (mere)ngue . Y esto desde el punto de vista etimológico tampoco es admisible. Sobre todo, habría que tomar en cuenta que no existe razón que justifique ni la pérdida de la vocal e ni el supuesto cambio de *-rke a – ngue . Lo normal es que los grupos consonánticos mb , nd y ng en los préstamos de lenguas de la familia níger-congo provengan de unas respectivas consonantes prenasalizadas y que se mantengan en posición interna de palabra. Algo más que evidente es, más bien, que la etimología de la palabra berengue es simplemente merengue , con la alternancia de b y m cuando hay otra nasal, como en el caso de borona y morona ‘miga de pan’. La palabra merengue ‘dulce, por lo común de forma aovada y de color blanco, hecho con claras de huevo y azúcar y cocido al horno.’ (DLE) proviene del francés meringue ‘pâtisserie faite d›un mélange de blanc d›œufs battus en neige, sucrés, aromatisés et cuits à four doux’ ( Larousse ) , de origen incierto (Coromines & Pascual 1980-1991). Finalmente, en el caso de los préstamos de lenguas del continente africano, otro desacierto de la indagación etimológica consiste en proponer, como donantes de los supuestos étimos, lenguas de pueblos que no estuvieron involucrados en la trata de esclavos, que nunca fueron trasladados a los países o las regiones donde se utiliza el vocablo en cuestión. Este punto se puede ilustrar con otro ejemplo tomado del mismo Meganny (1979: 115). BOSUA ~ BOSUO (s.), especie de árbol. Kiniassa: mbosa – especie de manzano silvestre. Duala: (mi-) bosúsu – especie de árbol (Entandrophragma utile). Swahili: mboza – especie de árbol. Sin todavía tomar en consideración la falta de rigurosidad en el tratamiento de las diferencias formales entre el vocablo español y los pretendidos étimos e igualmente pasando por alto la excesiva generalidad en la coincidencia de los significados, en este caso difícilmente los étimos aducidos podrían ser correctos debido a que estas lenguas no podrían ser las donantes del préstamo. En cuanto a la primera lengua mencionada, el kiniassa, hay que decir primeramente que este no es en realidad el nombre con que se conoce a este idioma. Megenny toma esta denominación del Dictionary of Kiniassa language (1867) del misionero y explorador alemán Johannes Rebmann (John Rebman), quien basa su trabajo en la información suministrada por un único colaborador. Según Goodson (2011-2015), este habría sido un hablante de una variedad de chichewa (o chinyanja) (familia níger-congo, rama benue-congo, bantoide meridional, nyasa). En la actualidad, esta lengua se habla principalmente en Malawi, Mozambique, Zambia y Zimbabue en el sur de África Oriental. De acuerdo con las estimaciones

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