Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen II

– 802 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier detalle. Los juicios, de estima o de sanción social, refieren al comportamiento de las personas; las apreciaciones a valoraciones sociales, éticas u otras referidas a cosas, procesos, eventos o situaciones (Oteíza y Pinuer 2019); y los afectos aluden a los sentimientos y emociones dirigidos o gatillados tanto por cosas como por personas. Estas categorías pueden tener una carga positiva o negativa y realizarse de manera inscrita (explícita) o evocada (implícita) en el discurso (Martin yWhite 2005). Estas valoraciones de afecto, juicio o apreciación pueden estar graduadas por fuerza o foco en el discurso (subsistema de gradación ). El subsistema de compromiso , centro de interés de este trabajo, consiste en un conjunto de categorías que permiten mapear las opciones de negociación intersubjetiva de posicionamientos en el discurso, esto es, de las fuentes u orígenes de las actitudes (Martin y White 2005; Hood 2019). De acuerdo con Martin y White, el marco analítico del sistema de compromiso agrupa “todas esas locuciones que proveen los medios para que la voz autoral se posicione a sí misma en relación con otras voces, y que así se ‘comprometa’ con ellas y con las posiciones alternativas construidas como tomando parte en el contexto comunicativo” (2005: 94). Este subsistema se inspira de manera particular en las nociones de monoglosia y heteroglosia de Bajtín yVolóshinov, las cuales están enmarcadas en la consideración intrísicamente dialógica y polifónica de toda interacción verbal. Así, la distinción más amplia que proponen Martin yWhite (2005) es la posibilidad de los autores de decidir no reconocer posiciones alternativas en el discurso (monoglosia) o de reconocerlas en sus distintos niveles de dialogicidad (heteroglosia). De esta manera, White (2003) plantea que los autores organizan sus textos en opciones de contracción dialógica o de expansión dialógica, o de comunalidad estrecha y amplia, generando alinaeación o desalineación epistémica y axiológica con los lectores construidos (White 2010). Sin embargo, como platea este autor (2003), es necesario tener en cuenta que ningún enunciado está libre de la presencia subjetiva del hablante y que la subjetividad o perspectiva del productor textual se expresa incluso en oraciones declarativas, en las que, el autor decide no reconocer voces externas divergentes o convergentes. Esta perspectiva de la dialogicidad se aleja de la consideración de la modalidad epistémica en cuanto perspectiva veritativa e individualista; esto es, del tipo de semántica que atiende al modo en que los hablantes individuales se presentan a sí mismos como dispuestos o no a comprometerse con la verdad de lo que aseveran en relación a un contenido proposicional determinado. Por el contrario, este modelo considera una modalidad dialógica desde una perspectiva social. Esto implica la asignación de un rol más relevante a la audiencia, sea esta potencial o concreta, por sobre el productor textual. Esta modalidad dialógica reconoce de manera fundamental que el significado se construye en términos sociales (White 2003, 2010). En español, existen ciertas estructuras gramaticales que facilitan la expresión de monoglosia o heteroglosia en el discurso. Así, por ejemplo, las cláusulas declarativas con procesos verbales relacionales o materiales y con usos

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