Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen II
– 788 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier expresiones populares; construcciones que incluyen modalidades de diversas lenguas o, incluso, estratos de lenguas, o que incorpora estructuras narrativas, descriptivas, argumentativas, explicativas y/o poéticas es un discurso heterogéneo. También lo es, si ese discurso contiene expresiones pertenecientes a lenguas, sociolectos, sincronías o estilos diversos; si en su interior se relacionan mediante oposiciones, contrastes, disyunciones o conjunciones elementos propios de dos o más universos de discurso, lenguas y metalenguas, discurso funcional y discurso repetido o fosilizado 4 ; si se mezclan expresiones orales o escritas o se combinan elementos verbales, paraverbales y no verbales. Y que todo esto suceda es lo más normal, frecuente y común en el tráfico comunicativo. Aquí, los discursos exhiben la presencia plural de registros, funciones y tipos procedentes de paradigmas o sistemas semióticos diversos y en la complejidad de su organización esas pluralidades operan y se combinan de los más distintos modos –especialmente en el campo semántico, pero también en otros. Son ejemplos de heterogeneidad simple: “Te esperé ‘n’”; “¿podrías servirme un vaso de H 2 O?”; “camarón que se duerme, cómprese despertador”; “le metieron un gol al gobierno”; “Juan es un verdadero Quijote”; “Venus brilla en el cielo y en el lecho”; “la estrategia oficial naufragó en el intento de calmar los mercados”. En ellos se combinan, respectivamente, el discurso dialógico pragmático con el discurso matemático y químico; el discurso ‘fosilizado’ (refranero) con el pragmático; el deportivo con el político; el pragmático real con el ficticio literario; el astrofísico con el erótico y mítico; el económico con el bélico naval. Muchas de las llamadas expresiones de doble sentido y de los chistes que con ellas se construyen, muchos titulares de prensa, casi todos los ejemplos intercalados en discursos explicativos son, igualmente, muestras de heterogeneidad textual. Ejemplos más complejos que, incluso, sobrepasan el nivel discursivo son las llamadas lenguas de frontera, como el español chicano, el portuñol, el español mapuchizado, el lunfardo, el papiamento. El fenómeno se corresponde, en parte, con lo que Bajtin ha llamado dialogismo discursivo y Barthes y Kristeva, intertextualidad. También el concepto de ‘extrañamiento’, utilizado por los formalistas rusos o el de hibridismo, mestizaje o heterogeneidad, empleados por teóricos latinoamericanos aluden al mismo fenómeno. Se puede hablar, de heterogeneidad paradigmática cuando en un elemento o fragmento incrustado en un discurso se reconoce la vigencia de una relación funcional con un discurso otro, de distinta naturaleza o procedencia (v.gr.: un texto publicitario construido sobre la evocación de un texto bíblico, poético o científico). Y de heterogeneidad sintagmática o composicional cuando se focaliza la interacción de elementos o fragmentos de diversa índole u origen 4 Nos basamos en las distinciones que Eugenio Coseriu ha planteado en diversos cursos de Lingüística estructural.
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