Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen II
– 773 – Argumentación en la pacificación de las relaciones sociales • Cristián J. Noemi Padilla 2. MARCO TEÓRICO 2.1. Competencia argumentativa psicosocial El alcance del concepto de competencia argumentativa que se sugiere en el marco de este trabajo encuentra fuerte conexión con el campo de la psicología cognitivo social, particularmente con aquellos programas que han abordado aspectos vinculados con los diferentes tipos de razonamiento (Gigerenzer y Selten 2001). Se concibe el saber argumentativo como técnica (Coseriu 1992). Desde esta perspectiva, se asume que la competencia compromete una serie de recursos que el individuo pone en marcha en la generación del acto de habla argumentativo. Tal concepción supone que al interactuar en una argumentación se gatillan, al menos, la elección de esquemas inferenciales, la selección de ciertas estructuras formales y la predilección por ciertos espacios semánticos: un complejo psicosocial (Guzmán, Flores y Tirado 2013). En este sentido, un sujeto es robusto argumentativamente cuando controla las variables psicosociales del discurso, esto es, se desplaza libremente por los diversos esquemas inferenciales, es capaz desplegar discursivamente las opciones estructurales del texto, y cubre el espacio semántico adecuado para la elaboración de un acto de habla adecuado (Hammer y Noemi 2015). De este modo, se asume que mientras más robusto se es, con mayor naturalidad se activan saberes psicosociales y lingüísticos disponibles para la conformación de un discurso argumentativo exitoso (Perrenoud 2007). 2.2. Norma argumentativa psicosocial La capacidad natural de distinguir entre buena y mala argumentación (Bermejo Luque 2012) sitúa a los hablantes frente a una norma psicosocial sancionada por la tradición discursiva precedente en la cual todo hablante se inscribe, la que cara a producir un acto de habla, facilita generar un número restricto de formas en los distintos niveles estructurales del texto (Coseriu 1962). Se entiende por norma argumentativa psicosocial un patrón que permite, a partir de ciertas variables, tales como grupo etario, nivel educativo o madurez cognitiva, ajustar la conducta lingüística en la forma de preferencias por determinados esquemas psicosociales, junto con estructuras sintácticas específicas y predilecciones semánticas expresadas en tipos de argumentos. 2.3. Esquema argumentativo La noción de esquema argumentativo es de larga tradición y se puede rastrear desde el corpus doctrinario de la teoría retórica clásica. Contemporáneamente el
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