Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen II

– 701 – De la semántica nicaragüense • Róger Matus Lazo caótica? “Y la ciudad –interrogó un periodista panameño a Joaquín Absalón Pastora– ¿dónde está?”. “Ya la recorrimos” –le contestó–. “Managua –concluyó el periodista– no existe” (LPL * /14/12/2002). ¿Quién aborda ahora una góndola (‘último vagón del ferrocarril’), si nuestro viejo y nostálgico tren una vez descartado su uso fue a parar al Perú?: Rubén Darío viajó en las góndolas del Ferrocarril del Pacífico de Nicaragua. El general José Santos Zelaya contaba con su vagón presidencial, y Sandino se movilizó en un sinnúmero de ocasiones por aquella primitiva red ferroviaria (Edwin Sánchez. El Nuevo Diario , 4 de junio de 07). Más duradera –la oigo en los usuarios todavía– es la expresión la dejó el tren . En su artículo “Cristyana: Alma desnuda”, Dora Luz Romero cita un texto de la entrevista: “Hay quienes me dicen que me dejó el tren . Pero hoy la mujer tiene más oportunidades. Para mí la maternidad es una cuestión bien seria” ( Magazine 2010: 17). Se trata de una expresión que alude a la solterona, la niña vieja que ya no va a entrar de velo y corona a la iglesia con su pareja, sino sola y de tapado (‘mantilla’), pero para vestir santos . Leamos en Doña Ana no está aquí : “Si no te casás: cotorra , viste santos , niña vieja y qué se yo” (Robleto 2011: 109-110). 5. A MANERA DE CONCLUSIÓN El nicaragüense, como sabemos, es un gran creador de palabras y expresiones urgido siempre de nuevos significados, y un especialista en resemantizar vocablos y ampliar los sentidos para ajustar matices y recrear posibilidades expresivas. Un recurso lógico y utilísimo en la lengua como instrumento de comunicación en toda la extensión del dominio lingüístico, y un procedimiento eficaz para su enriquecimiento y desarrollo. Y es que el núcleo de una palabra es su significado. Pero ese significado no está atornillado a la palabra misma, sino que cada palabra se enlaza a la otra y se abre a las otras dando lugar a una multiplicidad de significados. “Nunca aprendí a leer –se dice que dijo un analfabeto– porque nunca entendí que una letra le habla a la otra”. Y no solo la letra, sino la palabra que le habla a las otras palabras y a nosotros mismos a través de un prisma de metafóricos destellos. En verdad el individuo, a través de su lengua, percibe la realidad con todos sus matices y sentidos, pero necesita crear y recrear incesantemente nuevas palabras, porque las voces de una lengua –sea general o regional– nunca será un inventario finito y acabado. * Las siglas LPL corresponde a La Prensa Literaria, suplemento literario de La Prensa de Nicaragua .

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