Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen II

– 695 – De la semántica nicaragüense • Róger Matus Lazo este pueblo del municipio de Sébaco (Matagalpa). Él nos lo explica así: “Eso del chagüitazo fue una creación de Henry Ruiz; dicen que decía: «Hombré, andá echate tu buen chagüite »; pero era buen chagüte , porque yo era buen orador. Es decir, un discurso político, ideológico, como yo lo sabía hacer” (2007: 22). Pero bien pronto, el vocablo se matizó de un sentido despectivo: “Ahora, ha decaído, ahora chagüte es cualquier cosa, puro bumbumbum, blablablá” (2007: 22). Del sustantivo se formó el verbo chagüitear: discursear, generalmente en forma insustancial y demagógica: “Nos sirve para chagüitear y enardecer a las masas (LP/07/12/03/EAS). Chagüite es una voz polisémica en el habla nicaragüense, y un buen ejemplo de que “una palabra puede adquirir un nuevo sentido, o veintenas de sentidos nuevos, sin perder su significado original” (Ullman 1967: 220). La evolución del sentido de las palabras no termina con la atribución de sentidos nuevos, porque los cambios de sentido tienden a multiplicarse. ¿Ejemplos? Citemos tres: realero , platero ” y semanero . Realero Don Alfonso Valle, en su Diccionario del habla nicaragüense, explica que se le llamaba “realero” al jornalero de las haciendas y fincas que percibía como salario un real diario: “Bajo el régimen anterior a las Leyes de la Reforma de 1893, los jornaleros que trabajan en las haciendas y fincas de agricultura, se llamaron realeros, porque el salario que les pagaban (cuando a los patrones les daba la gana de pagárselos) era de un mísero real diario” (1972: 254). Hoy, realero tiene tres acepciones. Veamos. ‘Cantidad considerable de dinero’: “Fue realero el que le tuve que pagar a la guardia para que no te mandaran donde el juez y te entregaran” (Alemán Ocampo, 2011: 146). ‘Persona adinerada’: … estaban los cualquiera, en esas orillas del barrio bajo; pero nada era eso completamente así, el otro del cerco pequeño burgués que viene siendo ahora el círculo de los realeros , los chambulines (Silva, 2005: 115). Y una tercera acepción: ‘dado al dinero o los negocios’: “A veces, los oficios no son tan nobles: del amigo de los bollos , se dice realero ” END/12/06/2009). Según Valle (1972: 239-240), platero era el ‘joyero u orfebre’. Pero la voz sufrió una pérdida de la motivación semántica, porque cayó en desuso por su significado figurativo. Hoy se aplica a la ‘persona proclive al negocio lucrativo o al afán de acumular dinero’:

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=