Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen II
– 693 – De la semántica nicaragüense • Róger Matus Lazo Martínez, de 21 años, es el joven campesino quien es buscado hasta por debajo de las piedras, por las autoridades policiales, luego que en el Día del Amor se llevó juida a una doncella de 14 años” (END/18/02/2008). Ahora no es necesario, porque hay novios con dormida adentro , una expresión tomada de la empleada doméstica que duerme en el hogar de sus patrones: “… nos dejaban tratarnos con las dos muchachas del servicio doméstico; así conocí yo a la de adentro , una muchacha originaria de Nancimí…” (Calero Orozco 1996: 121). 2. d. El cambio de significado y la historia de uso Otra causa que produce cambio en el significado de una palabra está determinada por las diferentes etapas de la historia de uso de esa palabra. Por ejemplo, hace más de un siglo y medio –entre 1845 y 1850– se empleó las palabras timbuco y calandraca como ‘apodo dado a las fuerzas políticas que más tarde pasaron a denominarse, respectivamente, liberales y conservadores’. Jorge Eduardo Arellano, el más acucioso investigador de nuestra historia, escribió precisamente en 1982 una novela – Timbucos y calandracas – que recrea a través de la ficción ese escenario vivido y sufrido por la historia de Nicaragua: las luchas intestinas entre liberales y conservadores: Tanto Leandro como Juan de Dios Matus Torres alzaron sus espadas en diferentes momentos en contra de un enemigo común: Bernabé Somoza, quien hirió al primero en un duelo y asesinó al segundo durante una batalla entre timbucos y calandracas en Managua, el seis de agosto de 1845. El primer Matus fue alcalde de Jinotepe (END/25/06/2007). Hoy son usuales los adjetivos timbuco y calandraca , cuyos significados nada tienen que ver con aquella lejana época. Timbuco se dice de una ‘persona de vientre abultado’: “La Carmen cuidaba al timbuco / le daba bejucos y raíces de amor /Quería que el chigüín la amara/ cuando él arrimara/ a los quince de edad”. (Mejía Godoy, de la canción La Carmen Aseada ) Y calandraca se refiere a una ‘persona débil o enclenque’: “Muchas voces propias de nuestra habla popular se incorporan al repertorio léxico del adolescente como calandraca” (END/13/03/2009). 2.e. La palabra: restricción o ampliación de significado Las personas que hablan su lengua viven en una sociedad determinada y están sometidos a muchas obligaciones y exigencias del grupo. Saussure (citado por Fernández González y otros 1989: 17) insiste en que “es la comunidad hablante (y no el individuo aislado) la que establece unos valores de significación para cada significante y solo con el asentimiento de esa misma comunidad se consuman los cambios, ampliaciones, restricciones, de los significados”.
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