Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen II
– 637 – El presente narrativo en historias… • Pedro Martín Butragueño y Yolanda Lastra otros). El presente histórico aparecería en todas las lenguas indoeuropeas (Labov 2013, p. 19). Para lo que interesa ahora, más allá de los hechos gramaticales 8 , es relevante que desde el punto de vista discursivo el presente narrativo acerque la interacción del momento a las experiencias personales pretéritas, como en el ejemplo (1), en el que dijo contrasta con dice 9 . (1) me dijo <nada que> “date una vuelta/ y supervisa a la gente”// (carraspeo) estaban trabajando/ tablarroqueros y/ carpinteros// y me dice / “date cuenta cuánta gente hay” y no sé qué [Ent. 1, ME-042- 31H-99, turno 67]. Es fundamental considerar que “[e]n la narrativa oral [...] la variación pretérito- presente histórico es posible solo en las cláusulas narrativas. Aquí, el Presente histórico tiene una función retórica: la de presentar hechos pasados en forma más vívida; es decir, su función es evaluativa” (Silva-Corvalán y Enrique-Arias 2017, p. 225). La evaluación refiere a “[...] los mecanismos mediante los cuales el narrador hace que la historia parezca interesante, divertida, entretenida o fuera de lo usual” ( id .); de hecho, “[...] [e]l Presente histórico es [...] un mecanismo de evaluación interna” ( id .) 10 . 8 En el contexto de la discusión del presente histórico, “[...] las formas verbales expresan los procesos por ellas representados como literalmente simultáneos a un punto de referencia que no es el ‘presente’ de los interlocutores, sino que se identifica con un punto situado en un momento tal del pasado [...] que permita la correspondiente reorientación temporal, con los visibles efectos estilísticos de proximidad, viveza, fuerza dramática, etc., que tantos autores han señalado [...]” (Rojo y Veiga 1999, p. 2891). Además, “[l]a posibilidad de reorientación de diferentes ‘tiempos’ en una perspectiva idéntica a la del ‘presente histórico’ es argumento inequívoco contra las teorías que han querido ver en este uso concreto de los ‘presentes’ una consecuencia del valor ‘neutro’ de la unidad ‘presente’ en el sistema temporal o incluso la evidencia de un supuesto valor atemporal de las formas consideradas ‘de presente’ [...]” (Rojo y Veiga 1999, p. 2892). Véase también Veiga (1987). 9 Como señala Bello al comentar cierto ejemplo, “[...] el tono lánguido del recuerdo pasará al tono expresivo de la percepción, si se sustituyen a los pretéritos los respectivos presentes [...]”, entre otros cambios temporales (1981, p. 423 [1847]). Gili Gaya, por su parte, señala: “El empleo del presente en sustitución del pretérito recibe el nombre de presente histórico . Al actualizar la acción pasada, la presenta con más viveza al interlocutor: el que habla se traslada mentalmente al pasado [...]” (1983, p. 155 [1961]). 10 Como explican estos mismos autores: “Uno de los elementos más importantes de la narrativa es la evaluación , aquella sección en la cual el narrador indica cuál es la razón de ser de la narrativa, por qué los hechos son importantes, por qué vale la pena recordarlos y contarlos. La evaluación también puede darse en secciones independientes o en las cláusulas narrativas a través de toda la historia. En el primer caso, la evaluación se clasifica como externa , en el segundo, como interna . Los elementos lingüísticos empleados en la evaluación pueden ser de tipo léxico, sintáctico y prosódico; por ejemplo, ciertos adjetivos, cláusulas superlativas, el habla reportada, exclamaciones, preguntas retóricas, acentuación enfática, pausas y [...] el uso del Presente histórico” (Silva-Corvalán y Enrique-Arias 2017, p. 220). Véase también Silva-Corvalán (1983).
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