Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen II
– 610 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier 3. LA CUESTIÓN DE LA HONRA ENTRE NORMAS DE LEGALIDAD Y DE PIEDAD Las Siete Partidas constituyen ya por su estructura y su contenido, en Títulos y Leyes , un Código. Pero existen, por lo menos, dos campos semánticos que reflejan simultáneamente, debido a su redundancia, dos “bases argumentativas” del texto. Un campo semántico se constituye por la ‘legalidad’ en términos de leyes y normas comportamentales, de prescripción e impedimento, éstos dos, frecuentemente implícitos en un discurso predominante sobre honradez o, si no se cumplen las exigencias esperadas, de pena. El Código discierne explícita y precisamente (López: 2.28.1.) entre el castigo , el escarmiento y la pena , comentando en esto una graduación de castigos, de lo más leve a lo más grave. Así, el no cumplir con las exigencias que el Código reclama, por ejemplo de un caballero en la batalla, es causa, aquí legal, de atraer la deshonra (y el castigo). Además de este campo semántico de ‘legalidad’, se deja entrever un discurso religioso, de evidente inspiración bíblica. Los dos campos van entremezclados en todo el texto. A pesar de esto, el valor explicitado de esta Ley, al inicio del texto, quizás nos deja constatar una leve primacía de la temática legal sobre la temática teológico-cristiana (Lindenbauer 2020, en prensa). Pero el hilo argumentativo para un universo bíblico y una conducta moral ideal aparece frecuentemente en el texto. La exigencia de una vida sometida enteramente a Dios y que garantizaría el Para íso a quien moriría siervo de Dios, se documenta por excelencia en la afirmación: “Ca cierta cosa es, que el que muere en seruicio de dios, e por la fe, que passa desta vida al paraiso” (López: 2.25.3). Asimismo se permite reconocer fácilmente el famoso mandamiento del Nuevo Testamento que exige del hijo honrar a sus padres ( Efesios 6:2): “Pero la mayor parte de la fidalguia, ganan los omes, por honrra de los padres” (López: 2.21.3). También la pérdida de la honra se dibuja repetidas veces en nuestro Código, motivada por un tema “bíblico”. El texto comenta el no cumplir en campo de batalla por falta de coraje y constata, a la vez, que el dejar el campo por avidez de riquezas, sería causa más vil para atraer deshonra: DAños de muchas maneras vienen a los omes, por la gran cobdicia: e mayormente a los que andan en guerras. Ca estos, si della non se saben guardar, caen en muerte, o en deshonrra, o en perdimiento de lo que han, e a las vezes en todo. E sin el daño que les ende viene, fincan por ende muy deshonrrados, porque lo resciben, mostrandose por viles: queriendo ante ganar otras riquezas del mundo, que vencer a sus enemigos, que es la mayor honrra, que ser puede” (López: 2.26.2). Interesante es también el aspecto cuantificativo. En la Partida Segunda , que hemos tomado como muestra, los lexemas antes mencionados aparecen con la siguiente estadística: dignidad 1 vez, fidalguia 4 veces, firmedumbre 2 veces, honor 2 veces (en singular una vez, honores dos veces), nombradía 2 veces (1
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=