Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen II

– 1119 – El valor de la Lengua Española • Darío Villanueva su historia plurisecular, esta obra ha podido ejercer tanta influencia sobre los hispanohablantes como ahora lo hace. A partir de los datos estadísticos antes apuntados de acuerdo con The Ethnologe , yo destacaría la fortaleza del español como lengua nativa, como la lengua materna que se aprende en el ámbito familiar. El crecimiento vegetativo de muchos de los países hispanos asegura una continuidad expansiva que, sin duda, podrá refrenarse a medida que los cambios sociales vayan modificando las tasas de natalidad en aquellos en los que hoy en día aún son muy altas, pero junto a esto me parece fundamental reparar en el crecimiento potencial del español en dos grandes potencias no hispanas, de características muy diferentes la una y la otra, en las que, sin embargo, la evolución de nuestro idioma se muestra muy prometedora. Me refiero a los Estados Unidos y la República Popular China. Además de la robustez demográfica de México, con sus 124 millones de habitantes, los académicos y sociolingüistas estamos fascinados, y a la vez expectantes, acerca de la situación actual del español en los Estados Unidos, y su previsible evolución. ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA DEL NORTE Hay, a este respecto, opiniones diversas, a veces encontradas. Frente a los que proclaman la endeblez de los argumentos estadísticos, sociales, políticos, económicos y culturales esgrimidos, yo me sitúo en el grupo de los que creemos en la firmeza del porvenir hispano de este gran país. Hoy, casi el 18% de la población en los Estados Unidos es hispana. Allí más de 40 millones de personas hablan español con pleno dominio, y otros 15 poseen una competencia más o menos amplia. Repárese que la tercera lengua, el chino, es hablado tan solo por unos tres millones de norteamericanos. Según un estudio del Pew Research Center, nuestro idioma es el más utilizado en los hogares estadounidenses tanto en la comunidad hispana como en las demás, solo superado por el inglés. Por otra parte, el español es el más estudiado, con ocho millones de alumnos, la mitad de ellos preuniversitarios. Otros datos encierran no menor interés. La Oficina del Censo certificaba en 2016 que la edad media de nuestra comunidad era la más joven, en torno a los 28 años, muy por debajo de la siguiente, la afroamericana, con 34. Y el Observatorio de la lengua española y las culturas hispánicas en los Estados Unidos del Instituto Cervantes y la Universidad de Harvard afirma que el 76% de los hispanos domina el español o es bilingüe. Pero incluso me parece más relevante que ahora –y no siempre fue así– el 95% de esta población considere muy importante que los jóvenes, hispanos o no, hablen español. La propia Oficina del Censo espera que el crecimiento de nuestra comunidad continúe a un ritmo estable. En el último año, uno de cada dos nacimientos ha

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=