Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen II
– 1093 – Topónimos panameños en La Dragontea • Margarita Vásquez Quirós A. La Dragontea y la poesía épica hispanoamericana. Vínculos La Dragontea toma forma entre mito, literatura, historia y geografía como poema épico de la colonia hispanoamericana. En sus octavas reales se mencionan y se alaban La Araucana (1569, 1578, 1589), de Alonso de Ercilla y El Arauco Domado (1596) , de Pedro de Oña. En mi memoria, por las mismas razones que he dicho acerca de mis intereses, se abren paso también otros poemas épicos: Armas Antárticas (1608), de Juan de Miramontes y Zuázola, porque, en un fragmento (siete cantos) reúne a los ingleses, cimarrones, indígenas y españoles que anduvieron por el istmo de Panamá en la década de los setenta del mentado siglo XVI (1570-1580) y aparece el mismo Jalonga que, en de La Dragontea, le da muerte al sobrino de Draque. Pero Armas Antárticas (1608) no pudo nunca ser citada por Lope, puesto que su fecha de publicación (1608), es posterior a La Dragontea. Y mucho menos pudo ser citado, el poema épico Alteraciones del Dariel (1675-1697), de Francisco de Páramo y Cepeda, poema que cierra el ciclo de la épica hispanoamericana, andando por el istmo. B. La onomástica, la Geografía y el tiempo Considérese, por otro lado, que Lope de Vega es coetáneo de Miguel de Cervantes; vivieron en la misma época, en los mismos lugares. Siete años después de publicada La Dragontea aparece la primera parte de E l Quijote (1605), en la que el lector encuentra exóticos nombres de extraños lugares remotos venidos de las novelas de caballería, tan vapuleadas por unos pero, en cambio, apreciadas por el ventero, su mujer, su hija y Maritornes (gente del pueblo reunida en La Venta 11 ) porque les ocasionan gusto y entretenimiento. Otros tantos nombres exóticos provenientes de otras fuentes míticas de la lejana antigüedad trae Lope de Vega a La Dragontea: lástima que no reuniera en La Venta del camino de Nombre de Dios a Panamá al cura y a otros personajes que deambulaban por aquel camino real transístmico durante la invasión perpetrada por los ingleses. Pudiera especularse que por el pensamiento del fin del siglo XVI rondara un acercamiento y confirmación de los entornos geográficos verdaderos, que es lo que, con mucho más éxito, hace Cervantes, al ubicar la trama de Don Quijote en La Mancha y sus alrededores. Tanto es así que hoy se puede pagar una gira turística que ruede por los caminos de La Mancha y proceda en adelante como renovada celebración solemne de las palabras del Quijote dichas de memoria por un majestuoso celebrante. 11 V. Miguel de Cervantes Saavedra. Don Quijote de la Mancha . Capítulo XXXII de la Primera Parte.
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