Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen II

– 1081 – El himno nacional de Chile como género textual • Margit Thir nuevos ciudadanos marchan y luchan por la libertad (“Liberté, Liberté Chérie / Combats avec tes défenseurs”, Marseillaise ; “El que ayer doblegábase esclavo, / hoy ya libre se ve”, Puro, Chile ), que se opone a la opresión, criticada con varios sinónimos ( ces fers , l’antique esclavage , le joug , Marseillaise ; opresión , esclavo , Puro, Chile ), esta lucha es su épica. Y como en los himnos antiguos y cristianos, a través de los textos vibra la gloria, la magnificencia, pero ahora de la Patria (“Le jour de gloire est arrivé”, Marseillaise; “ꜟOh, gloria inmarcesible!”, Himno nacional de Colombia ) 4. LAS PARTICULARIDADES DE LA CANCIÓN NACIONAL DE CHILE Entre los himnos nacionales hispanoamericanos destaca por su maestría formal y semántica la actual Canción Nacional de Chile , cuyas estrofas se deben al poeta chileno Eusebio Lillo Robles (1847 / 1909), mientras que el estribillo o coro fue redactado por el poeta argentino-chileno Bernardo de Vera y Pintado (1819). El texto se compone de seis octavas de arte mayor, con decasílabos regularmente acentuados en la tercera, sexta y novena sílaba y con la repetición regular en cada estrofa del mismo esquema de rimas cruzadas (ABAB CDCD); el estribillo consta solo de cuatro versos, también decasílabos con la misma acentuación, pero sin rima. Esta versificación, que recuerda las octavas reales del Renacimiento, le confiere a la canción un ritmo ni demasiado lento ni demasiado rápido, de cierta manera majestuosamente equilibrado. Ya hemos visto que también en nuestro texto aparece la antonimia <libertad vs. opresión> con la consecuente lucha. Pero, contrariamente a lo que asistimos en la Marseillaise , la canción anuncia que “Ha cesado, la lucha sangrienta” y la primera antonimia es reequilibrada por la nueva antonimia <lucha vs. paz> (cf. estrofa 2). El enemigo de antes es ahora hermano (cf. estrofa 1). Y con la alusión a “los hijos del Cid” (estrofa 2) y al “altivo Araucano” (estrofa 4), el texto crea una continuidad histórica en que mentalmente se diluyen los antagonismos. El uso de los vocativos y de los pronombres personales y posesivos instaura un sutil diálogo entre la Patria personificada (“Dulce Patria recibe los votos”) y los chilenos (“Alza, Chile, sin mancha la frente”), entre un tú ( tus aras , tu suelo , tu nombre , tu baluarte ) y un nosotros ( nuestros pechos , nuestros hijos , nuestros pueblos ), diálogo en el cual los dialogantes acaban por fundirse, refiriéndose la expresión tu nombre una vez a Chile (estrofa 2) y una vez a la Patria (estrofa 6). Y con gran maestría desarrolla el poeta la gloria, que en los himnos tradicionales y nacionales se evoca más bien solo por la palabra, en una espléndida descripción edénica que acaba con el sustantivo esplendor , sinónimo de gloria (estrofa 5):

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