Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen II

– 1035 – Se pasó a caer . Logros involuntarios, accidentes… • Guillermo Soto Vergara 2. EL FENÓMENO Como indica Kany (1994), en el español del sur de Chile se observa un empleo distinto al que muestran (1) y (2). Cavada (1914: 282) registra los siguientes ejemplos de la isla de Chiloé, en la actual Región de Los Lagos: 3. Juan pasó a caer el cuadro que llevaba. 4. Juan pasó a perder su libro. 5. Pedro pasó a desmayarse. 6. El caballo pasó a morir en el camino. 7. Mi amigo pasó a sentar mi sombrero. 8. Antonio pasó a ganar a Juan en la carrera. El autor comenta que, en casos como estos, pasar da “a la frase una finalidad aparente, un propósito determinado de ejecutar la acción indicada por el infinitivo” (282) y en seguida –en una expresión un tanto oscura, pero que, a mi entender, apunta adecuadamente al sentido de la construcción– agrega: “Aun se diría mejor que pasar usurpa al verbo con que se junta su carácter de atributo, poniéndose en su lugar y haciendo de él un simple modificativo”. En los seis ejemplos pasar se relaciona con un verbo puntual – caer (‘botar’) , perder, desmayarse, morir, sentar (‘sentarse’) y ganar –, conservando la construcción dicho valor aspectual, que viene a significar un cambio instantáneo entre una situación dada (tener el libro, por ejemplo) y otra (haberlo perdido), es decir, un logro vendleriano (Vendler 2005 [1957]) 4 . Desde el punto de vista argumental, caer, perder, desmayarse, morir y ganar corresponden a situaciones no controladas que toman un primer argumento no agentivo. Sentar(se) es, en cambio, prototípicamente controlado y pide argumento agente; el sentido de la construcción, sin embargo, es “se sentó sobre el sombrero sin querer hacerlo”, es decir, que el hecho de sentarse sobre el sombrero fue involuntario. Particularmente interesante resulta (3), en que caer pasa de intransitivo a transitivo, o, como indica Makuc (2008), de inacusativo a causativo. Este último fenómeno, sin embargo, no depende de la perífrasis pues, como precisa la autora, se da también sin ella: “Pedro lo cayó” (el vaso); y con otros verbos: “Yo los crecí a mis hijos con mucho sacrificio” (Makuc 2008: 83). Aunque en todos los ejemplos se puede aducir cierta mayor o menor persistencia del significado léxico del verbo, esta 4 De acuerdo con la tipología de esquemas de situación vendlerianos, las situaciones pueden ser dinámicas (normalmente denominadas eventos) o no dinámicas (estados). Los eventos, a su vez, se categorizan considerando, primero, si duran o se conciben como instantáneos y segundo, si tienen un punto de término o transición natural (télicos) o no lo tienen. Esto permite distinguir entre logros (no durativos y télicos), actividades (durativas y atélicas), realizaciones (durativos y télicos) y semelfactivos (no durativos y atélicos) (Vendler 2005 [1957]; Smith, 1997).

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