Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I

– 88 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier un buey […] Con resignación, se llegan a creer naturales las condiciones que oprimen a los personajes y estos tratan de adaptarse a ellas. Hijo, al trabajo, a buscar plata; hoy es sábado. Y se fue el hijo solo, casi corriendo, sin desayunarse, a la faena diaria. La realidad apremia, exige y –bajo el signo de la causalidad– acomete sobre la vida. El hijo del tío Lucas muere, mientras labora en el muelle, aplastado por un fardo. Este cuento –el más humanitario de todos los escritos por Darío– ha sido bastante estudiado. Habría que citar, al menos, el trabajo pionero de Homero Castillo (1967), donde señala que, básicamente, el relato se reduce a lo que el tío Lucas le cuenta a un interlocutor. A su vez este transcribe para el lector lo oído de la boca de su informante. “Dentro de este marco tiene lugar lo que ocurre a modo de argumento, pero se introducen variaciones expositivas dignas de destacarse por la función que llenan en el desarrollo de los incidentes y en la actitud que revela el narrador. El oyente, por su parte, contribuye también al relato con observaciones estrictamente personales que no han sido aportadas por Lucas, puesto que brotan de su propia sensibilidad o de su poder de observación”. El crítico llega a esta conclusión: En la historia de “El fardo”, además de no quedar ningún cabo suelto, se recurre a varios artificios expositivos que facultan al narrador para contar los hechos con una perspectiva predominantemente subjetiva, aunque el acontecimiento mismo provenga de un informante. La participación de este no pasa de ser esporádica para no estropear la intención y tonalidad que se le quiere dar a la presentación de los hechos, aun en el momento en que se desemboca en la más completa omnisciencia narrativa 44 . Por su lado, Jorge Urrutia consigna: “La historia que aquí se narra posee la dureza y la crueldad del naturalismo, pero también la belleza del destino trágico, del fatum que flota todo a lo largo del discurso. Bellezas y magias se ven aquí revalorizadas por su enfrentamiento con la vida cotidiana” 45 . Es, en palabras de Enrique Pupo-Walker, “un texto de suma importancia histórica en cuanto revela una de las primeras convergencias de las dos corrientes artísticas que predominaban en la narrativa hispanoamericana de fin de siglo: “el ideal modernista y el naturalismo criollista” 46 . Según Fidel Coloma, el hecho que Darío abordara “El fardo” –trasladando a la literatura este trozo de vida – “era ya un atrevimiento inaudito en el continente. 44 Homero Castillo: “Recursos narrativos de El Fardo”. Boletín Nicaragüense de Bibliografía y Documentación , núm. 56, febrero-abril, 1988, p. 108. 45 Jorge Urrutia: “(Po)ética para un poeta o la estética de Dar(ío)”, en El cisne y la paloma . Once estudios sobre Rubén Darío reunidos por Jacques Issorel. Perpignan, CRIALUP, Presses Universitaires de Perpignan, 1995, p. 188. 46 Enrique Pupo-Walker: “Rasgos formales del cuento modernista”, en El cuento modernista ante la crítica . Madrid, Castalia, 1973, p. 475.

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