Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I

– 76 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier Asimismo, resulta imprescindible reiterar la actitud impresionista que cualifica la sintaxis, las imágenes y las técnicas narrativas, analizadas en 1966 por el alemán Köhler 9 . Y también reproducir, casi íntegra, la síntesis magistral de Anderson Imbert sobre la arquitectura de Azul… : “Composición estrófica –retoma a su colega Lida, estribillo, onomatopeyas y aliteraciones, simetrías, paralelos, entrecruzamientos y contrastes. Todo ondulante, como una música de palabras, nueva al oído español. En la construcción del cuento, la misma voluntad de juego: cambios en los puntos de vista narrativos, la forma del cuento dentro del cuento, la sorpresa final, dedicatorias dentro del texto, interrupción del relato donde el narrador se pone a conversar con el interlocutor o con el lector e irónicamente le guiña los ojos”. Y añade: Apesar de la burla a preceptistas y académicos –después de la cual uno podría esperar cualquier barbaridad–, a pesar de la rapidez con que improvisaba en medio de una vida bohemia y desordenada –que pudo haberlo enviciado– Darío se las apañaba para aparecer pulido. Es que se vigilaba para no caer en el despreciado lugar común. La sintaxis, que articulaba el pensamiento con mirifica flexibilidad, iba acompañada de un contracanto sentimental, de gran gravedad melódica. El vocabulario era imperial: de toda la geografía, de toda la historia, con combinación de arcaísmos y neologismos, de casticismos y extranjerismos, de popularismos y cultismos. Y mucho más. Transposición de las artes a la literatura; correspondencia sensoriales; procedimientos impresionistas que animaban lo inanimado o procedimientos expresionistas que alegorizaban una situación cualquiera (a veces, para alegorizar, le bastaban a Darío unas mayúsculas personificadoras); adjetivación lujosa en series complicadas; tensiones y distensiones; constante invención verbal, tonos varios, del quejumbroso al risueño, de la insinuación ambigua o la misteriosa vaguedad a la sentencia lapidaria o la lúcida preposición; la mirada única de una única metáfora continuada o la mirada fragmentaria en giros de caleidoscopios… En fin: que en los cuentos del período de Azul… los lectores recibieron una rica colección de recursos expresivos que, así, vistos todos juntos, en una colección, causaban asombro 10 . Al respecto, también es preciso señalar la agilización del período de la prosa por medio de oraciones cortas y la selección y síntesis de elementos selectivos e intensificados de movimientos precedentes que en 1971 observó el también argentino Iber H. Verdugo 11 . “Del parnasianismo –anota– procede la plasticidad, 9 Rudolf Köhler: “La actitud impresionista en los cuentos de Azul... ” (1967), art. cit., pp. 602-603. 10 Enrique Anderson Imbert: La originalidad de Rubén Darío . Buenos Aires, Centro Editorial de América Latina, 1967, pp. 42-43. 11 Iber H. Verdugo: “Estudio preliminar”, en Rubén Darío: Cuentos (Selección). Buenos Aires, Kapelusz, 1971, p. 18.

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